Cultura

Oaxtepec, el primer jardín etnobotánico en América

Fue construido por el gobernante Moctezuma Ilhuicamina: Amador Herrera. Era sitio de esparcimiento de la élite mexica y de cultivo de plantas con propiedades medicinales

Fue construido por el gobernante Moctezuma Ilhuicamina: Amador Herrera. Era sitio de esparcimiento de la élite mexica y de cultivo de plantas con propiedades medicinales

Oaxtepec, el primer jardín  etnobotánico en América

Oaxtepec, el primer jardín etnobotánico en América

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El primer jardín etnobotánico de América se construyó en el actual estado de Morelos durante el gobierno de Moctezuma Ilhuicamina, es decir, cerca del año 1440. El jardín, llamado Oaxtepec, fue un lugar de esparcimiento para la élite mexica y además, fue el sitio predilecto para sembrar plantas medicinales.

Crónica presenta una entrevista con el arqueólogo Addid Amador Herrera, quien investigó, en fuentes documentales, el uso del jardín, así como la admiración que sintieron los españoles hacia Oaxtepec, incluido Hernán Cortés.

“Morelos en general, desde la época prehispánica, se ha caracterizado por ser un lugar donde el ambiente es muy propicio y ameno para que crezcan diferentes tipos de plantas. Los mexicas tenían muy claro esa situación geográfica y decidieron crear un gran jardín en Oaxtepec”, señala.

El investigador añade que la construcción del espacio implicó todo un proyecto paisajístico por iniciativa de Tlacaelel, hermano de Moctezuma Ilhuicamina, quien le dijo al gobernante de Tenochtitlan: “En la provincia de Tierra Caliente de Cuauhnahuac, tengo noticia de que son muy abundantes en agua y fuentes y tierras fértiles, sobre todo unas muy nombradas que hay en Huaxtepec, será cosa muy deliciosa que se haga un pila o alberca grande, para que se pueda regar toda la tierra que alcance, y ese gran jardín sirva de recreación y desenfado tuyo, y para la cura y salud de tu pueblo”.

— ¿Se conservan vestigios arqueológicos del jardín?

— Desgraciadamente no hay evidencias que nos puedan dar cuenta de cómo era, sólo tenemos menciones en crónicas, por ejemplo, se dice que Moctezuma lo disfrutó poco, porque nueve años después de que se terminara de construir, el tlatoani falleció.

“Lo que existen son unos petrograbados en lo que hoy es el Centro Vacacional del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) donde aparece una fecha: 1444”, responde Amador Herrera.

— ¿Dónde estaba ubicado el jardín?

— Seguramente en el parque acuático del IMSS. Lo que sí es un hecho es que espacialmente era un predio muy grande, el mismo Hernán Cortés dice que es enorme, comenta que de largo son dos tiros de ballesta y que era impresionante en tamaño y belleza.

Sobre el uso del jardín, el arqueólogo detalla que cumplía principalmente dos funciones: esparcimiento de la realeza mexica y cultivo de plantas con propiedades ­medicinales.

“Además del esparcimiento, lo que hizo especial al Jardín de Oaxtepec fue que tuvo un uso social: se comenzaron a sembrar plantas específicas para la cura de enfermedades del pueblo mexica. Esa fue la diferencia con otros espacios ajardinados en el Anáhuac como el jardín de Iztapalapa, de Tezcutzingo o de Atlixco, Puebla”, asevera.

— ¿Qué plantas se cultivaron ahí?

— No se tiene un registro detallado, pero sabemos que se inició con el cultivo de árboles y plantas frutales, procedentes de Veracruz, Puebla y Tlaxcala. También cerca del jardín se fundó uno de los primeros hospitales de la Nueva España: el Hospital de San Hipólito o de Oaxtepec (1560). Los españoles retomaron varios de los conocimientos de los naturales en el aspecto herbolario, se dieron cuenta del arraigo de ese saber.

SIMBIOSIS CULTURAL. Addid Amador Herrera explica que tres cronistas españoles hablaron del Jardín de Oaxtepec: Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Gonzalo de Sandoval, todos desde una perspectiva militar, ya que lo mencionan como parte de sus andanzas por el Valle de Morelos.

“Cuando Hernán Cortés fue nombrado Marquesado del Valle de Oaxaca, administró esas tierras desde su residencia en Cuernavaca, por ello pienso que fue durante esa época (1530) cuando Cortés conoció el jardín”, indica.

Sin embargo, el primer español en verlo y disfrutarlo fue Gonzalo de Sandoval, en 1521.

“Después de que Sandoval llega a los valles de Morelos con un ejército, y con quienes descansa en el jardín, le pide a Cortés apoyo militar y que conozca el jardín. Precisamente 25 días después es cuando llega Cortés”, narra.

Gracias a estos pequeños esbozos que plasmaron los españoles, agrega el investigador, sabemos que el Jardín de Oaxtepec fue un proyecto arquitectónico y paisajístico, es decir, “el primer jardín etnobotánico en América, equiparable a los jardines botánicos de Europa”.

En palabras de Amador Herrera, los jardines mesoamericanos fueron resultado del conocimiento indígena respecto al espacio que habitaron y a la forma de relacionarse con su entorno.

“Con la llegada de los peninsulares esa convivencia se enriqueció tanto en el aspecto arquitectónico como en los conocimientos botánicos, biológicos y de medicin, porque indudablemente ellos traían conocimientos que no se tenían en Mesoamérica. Considero que la importancia de estos espacios en la época del contacto, es que fueron lugares donde se creó una simbiosis cultural”, expresa.

— ¿Hasta qué año dejó de funcionar el Jardín de Oaxtepec?

— Durante el año 1560 aún existía, porque el predio fue donado a autoridades eclesiásticas para construir el Hospital de San Hipólito y aunque el hospital entró en funciones, se siguieron usando los predios ajardinados. No se sabe hasta qué fecha dejó de usarse como espacio etnobotánico y de esparcimiento.

“Tenemos registro de que al hospital llegaban enfermos mentales y fue hasta la fundación de La Castañeda cuando el hospital cambió de latitud y se trasladó a la Ciudad de México. No obstante, no me atrevería a decir que la configuración original del Jardín de Oaxtepec se sostuvo hasta 1910”, señala.