La declaración de la emergencia internacional implica que la Organización Mundial de la Salud emite una serie de recomendaciones a todos los países, aunque en realidad son más bien obligaciones.

Por un lado, la OMS puede ahora emitir alertas sobre viajes a países, ciudades o regiones afectadas por el virus, como ya ocurrió durante el brote de SARS en 2003. Por otro, la organización podrá supervisar las políticas de salud pública implantadas en cada país para contener la expansión del virus.

Asimismo, la declaración de emergencia internacional insta a los países a trabajar de la forma más coordinada posible con su personal, dinero y demás recursos para maximizar la lucha contra el coronavirus, así como insta a los ciudadanos a cumplir con las recomendaciones de salud e higiene para evitar el contagio.

havh