Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Palestina, anunció ayer la decisión de romper cualquier relación con Israel, incluidos los acuerdos de Oslo de 1993, después de la demolición de 70 viviendas palestinas el pasado lunes en el valle de Wadi Hummus, en Jerusalén Este.

Abás aseguró este viernes, tras una reunión de urgencia con la Organización de Liberación Palestina (OLP) en Ramala, Cisjordania, que la demolición supone un “crimen de guerra” y un acto de “limpieza étnica”, y denunció que lo que hace Israel es “ilegal y nulo”.

El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza, valoró el anuncio como “un paso en la buena dirección”.

No es la primera vez que la OLP anuncia medidas de este calibre con Israel, pero hasta ahora la ruptura de las relaciones nunca se hizo efectiva.

La situación empeoró en febrero, cuando Israel empezó a retener impuestos que cobraba en nombre de la Autoridad Palestina, argumentando que Abás los usaba para subsidiar a familias de condenados por atentados contra israelíes.