Opinión

¿Para qué sirve el Ku Klux Klan si Trump ya tiene a la Policía?

¿Para qué sirve el Ku Klux Klan si Trump ya tiene a la Policía?

¿Para qué sirve el Ku Klux Klan si Trump ya tiene a la Policía?

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Antes, los supremacistas del Ku Klux Klan ocultaban sus asesinatos racistas bajo una capucha blanca, ahora, los policías estadunidenses hacen la misma labor a cara descubierta. Así murió el lunes en Minneapolis George Floyd, con el cuello aplastado por un agente que miraba desafiante al celular de un transeúnte, midentras era grabado.

En paralelo a la difusión del video donde se escucha a un agonizante Floyd gritar:“¡No puedo respirar!”, se hizo viral otro incidente racial, pero esta vez en Nueva York. En él se ve a una mujer blanca hablando al 911, mientras es grabada por un hombre que le pide que ate a su perro porque en Central Park está prohibido llevarlo suelto. Ante el estupor de las millones de personas que vieron el video, la mujer dice a la policía que un “african american” la estaba “amenazando de muerte”.

¿Que llevó a a Amy Cooper, la joven de aspecto menos racista del mundo, a lanzar tan grave acusación contra el hombre que le pidió que no violara las leyes de Central Park? La respuesta es espeluznante: Porque sabe que la policía estadunidense va a creer antes el testimonio de un blanco que el de un negro. Sabe también que con su denuncia se libraría de pagar la multa del perro, sin importarle que el señalado, Christian Cooper (curiosamente del mismo apellido que su denunciante) pueda acabar en una celda o asfixiado bajo la rodilla de otro fornido policía blanco, como le ocurrió hace seis años a Eric Garner, muerto tras ser derribado en el suelo e inmovilizado por el agente Daniel Pantaleo, mientra gritaba “¡No puedo respirar!” y como le ocurrió hace cuatro días a Floyd en Minneapolis, gritando igualmente “¡No puedo respirar” en un “dejá vu” aterrador.

Y si quieren saber por qué el policía de Minneapolis miraba a la cámara mientras con su rodilla ahogaba a Floyd, la respuesta está precisamente en el caso Garner, cuyo desenlace fue una doble condena a muerte para él y para su familia. Pese a la evidencia del video, un jurado absolvió al policía, alegando que no quedó probado que usara una “fuerza excesiva”, pese a que murió estrangulado.

Lo explicó hace dos días, con todo el peso moral de su apellido, la hija de Martin Luther King.

Bernice King colgó en Twitter dos fotos, una de 2016 del jugador de la NFL, Colind Rand Kaepernick, arrodillado cuando sonaba el himno de EU, en protesta por el racismo de la sociedad de su país, y la de esta semana del policía arrodillado sobre el cuello de Floyd hasta que lo mató. La primera foto levantó de inmediato la ira del presidente Donald Trump, que exigió castigo a ese “hijo de puta” por su comportamiento; de la segunda foto, todavía estamos esperando una respuesta airada del mandatario republicano.

No le faltaba razón al líder del Partido Nazi de Estados Unidos, Rocky Suhayda, ni al líder retirado del Ku klux Klan, David Duke, cuando en la campaña electoral de 2016 proclamaron entusiasmados: “Este es el candidato que salvará a los blancos de los invasores negros e hispanos. Trump es uno de los nuestros”.

fransink@outlook.com