Metrópoli

Piden ayuda para llegar a EU, los arrolla un auto, les niegan servicio médico...

Un padre y su hijo, hondureños, solicitaban ayuda económica en Gustavo Baz, Edomex; un automovilista fúrico atropelló al menor. Una ambulancia de la Cruz Roja llegó al lugar y al ver que eran migrantes se negó a trasladarlos a un hospital, por no tener dinero

Un padre y su hijo, hondureños, solicitaban ayuda económica en Gustavo Baz, Edomex; un automovilista fúrico atropelló al menor. Una ambulancia de la Cruz Roja llegó al lugar y al ver que eran migrantes se negó a trasladarlos a un hospital, por no tener dinero

Piden ayuda para llegar a EU, los arrolla un auto, les niegan servicio médico...

Piden ayuda para llegar a EU, los arrolla un auto, les niegan servicio médico...

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Es domingo 9 de junio. Un hombre desquiciado da un volantazo en su Ford Figo azul. Se sube a la banqueta y arrolla a un niño de no más de seis años. Su padre, enfurecido, persigue corriendo al sujeto, pero por más que se esforzó, no lo alcanzó.

Todo ocurrió en la avenida Gustavo Baz, en el Municipio de Tlalnepantla, en el Estado de México. La ira del conductor fue porque el papá del menor, quien dijo ser hondureño, le pidió dinero para comprar comida y poder continuar su travesía a los Estados Unidos.

Era de noche —aproximadamente las 23:00 horas—.

La luz roja del semáforo fue aprovechada por el padre y su hijo centroamericanos para comenzar a pedir ayuda a los automovilistas.

La solicitaron a uno, luego a otro y a otro… Se paraban al lado de las ventanillas de los vehículos para pedir dinero.

Sin embargo, a uno, el del Ford Figo con matrícula ­JGF-32-15, del Estado de México, no le pareció la acción.

El sujeto encolerizado, de tez blanca, enfundado en una sudadera negra y bermudas color blanco, abrió la puerta de su carro para bajarse mientras les exigía a gritos que se quitaran de su camino. No golpeó a los migrantes porque los automovilistas de su alrededor comenzaron a tocar el claxon.

Sin embargo, avanzó lentamente y cuando se dio cuenta que padre e hijo caminaban por la banqueta, pues se alejaron del sitio apenas lo miraron enfurecido, pisó el acelerador, se subió a la acera y arrolló al menor de edad.

Se dio a la fuga a pesar de que frente al punto donde ocurrió el conflicto está ubicado un módulo de policía estatal que ese día estaba vacío.

Sin embargo, la desgracia no paró ahí. A pesar de que peatones y automovilistas lo auxiliaron, llamaron a una ambulancia y a los equipos de rescate, éstos tardaron más de 10 minutos en llegar y cuando al fin lo hicieron subieron al infante a la ambulancia de la Cruz Roja; pero del sitio no se movieron. La razón: sólo le brindaron atención médica de primeros auxilios  —le colocaron una férula en el brazo— y le notificaron al padre que su hijo presentaba fractura en una costilla.

El niño no pudo ser canalizado a un hospital de la zona de urgencias debido a que no era de nacionalidad mexicana, o eso fue lo que le explicaron al padre, y no contaba con documentación ni dinero para poder ser atendido.

El señor y su hijo, que portaban chamarras y ropa delgada, fueron bajados de la unidad. El hombre hondureño cargó a su hijo en brazos y continuó su marcha hacia los Estados Unidos.

Hasta el momento se desconoce si ya recibió atención médica, ayuda de algún gobierno o si presentó denuncia alguna.