A Iván Fund siempre le gustó el cine de aventuras y ciencia ficción, pero la vida le fue llevando por otros caminos, hasta que decidió que era hora de recuperar al niño que fue. Y Piedra noche ha sido la experiencia que necesitaba para saber que ese cine puede hacerse en Argentina.

Tras introducir ya algunos elementos de esa fantasía que le gusta en su anterior largometraje, Vendrán lluvias suaves (2018), el realizador argentino siguió ahondando en ese giro de su carrera con Piedra noche, explica a EFE en una entrevista en el Festival de San Sebastián, donde su filme compite en Horizontes Latinos.

"A mis 37 años sentía la necesidad de reconectar con el cine que veía a los 9 años y dejar un poco ese cine documental y experimental que ha marcado mi carrera", señala Fund. Y encontró en el guion escrito por Santiago Loza el terreno adecuado para comenzar el cambio.

Es una historia muy dramática, la de una pareja (interpretada por Mara Bestelli y Jeremias Kuharo) que ha perdido a su hijo y vuelven un año después a su casa en la costa donde ocurrió la tragedia para venderla y tratar de superar el trauma. Greta (Bestelli) asegura haber visto una extraña criatura en el mar de la que hablan los lugareños. Y esa presencia planea alrededor de toda la historia.

Junto a ellos está Alfredo Castro en un papel secundario que aceptó incluso sin haber leído el guion, algo que habitualmente es un elemento esencial para el actor chileno a la hora de embarcarse en un proyecto. Pero Casto mostró una gran confianza en Funda, de quien conocía su largometraje anterior, y se mostró abierto y flexible con su forma de trabajar.

"Entendió perfectamente mi forma de trabajar, que consiste en escribir las escenas por la mañana, rodar por la tarde y montar por la noche", precisa Fund, que asegura convencido que fue un lujo tener a Castro en la película y que también reconoce la implicación de todo el elenco en la historia.

"La película existe gracias a ellos", afirma el realizador, para quien los actores fueron, antes que todo, "cómplices". Una película que mezcla un drama intimista con una fantasía que no está fuera de lugar y que encuentra su mejor escenario en esa playa gris e invernal que el realizador consiguió combinando varios lugares diferentes de la costa argentina.

"Para mí, la única manera de abordar esta historia tan triste era hacer que un elemento fantástico recubriera el drama de esos personajes", señala Fund. Fue la excusa que necesitaba para convencerse de entrar en un cine de ciencia ficción que no es habitual en América Latina porque, como dice el realizador, se da una situación de "colonización a la inversa", como si solo en Hollywood se pudieran hacer historias de género.

Pero es posible, existe la tecnología y la mejor prueba es su película, que ha llegado a San Sebastián tras pasar por las Jornadas de los Autores del Festival de Venecia, donde tuvo una buena acogida.

Ahora se muestra más que satisfecho con el resultado y con la recepción a su filme, pero recuerda que no fue fácil encontrar la financiación. Y se pudo acabar la postproducción gracias a haber ganado el pasado año en San Sebastián el Premio de la Industria WIP Latam 2020.

Una presencia internacional que espera le ayude primero a que su película llegue a muchos más sitios y segundo, a poner en pie esos próximos proyectos que ya tiene en mente y que serán, sin duda, historias de aventuras y ciencia ficción en su globalidad. Porque, asegura, Piedra noche le ha dado la confianza de que puede hacerlo.