Opinión

Política, vacuna y mascarillas

Política, vacuna y mascarillas

Política, vacuna y mascarillas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Todos sabemos que las mascarillas son usualmente un pedazo de tela con elástico en ambos lados que, al colocarlas sobre la boca y la nariz, actúan como barrera protectora del resto del mundo. Es algo muy simple. Sin embargo, en Estados Unidos es objeto de inmensa controversia solo superada por el tema de la vacuna contra la COVID-19. Ambos reflejan el momento social, cultural y político que se vive en este país.

Usar el tapabocas y vacunarse, así como la idea de que el gobierno federal o local obligue a usarlos y a vacunarse, ha dado lugar a una profunda división política, con los demócratas a favor y los republicanos en contra. Como ejemplo están los gobernadores de Texas y Florida, ambos derechistas, quienes han firmado órdenes ejecutivas prohibiendo que se exijan ambas cosas.

Mientras tanto, la ciudad de Nueva York este martes se convirtió en la primera de esta nación que requiere una prueba de vacunación para ir a restaurantes, al gimnasio y hasta para los teatros de Broadway. El alcalde demócrata Bill de Blasio dejó claro que “quien quiera ser parte de la sociedad, tiene que estar vacunado”.

Su plan de exigir la prueba de vacunación es similar al que se estableció en Francia e Italia, donde también los gobiernos tratan de impulsar que más gente se vacune como medida para frenar la propagación de la variante Delta del coronavirus. En Estados Unidos esta semana el promedio de nuevos infectados ha sido de 86 mil por día, en contraste con trece mil hace un mes.

El doctor Anthony Fauci, la máxima autoridad en la materia, ha dejado claro que el virus solo dejará de transmitirse cuando al menos 75 por ciento de la población esté completamente vacunada. Con dificultad, la administración Biden apenas ha convencido al 70 por ciento, pero hay estados donde no se alcanza ni la mitad pese a los incentivos para hacerlo, que van desde dinero en efectivo hasta rifas y cerveza gratis.

Una de las principales objeciones de la gente para no vacunarse es que sostienen que no es natural y que no ha sido totalmente aprobada, sino que solo recibió una autorización de emergencia. Para los analistas, esto es debido a la mala información que propagan canales de televisión como Fox News o las redes sociales y aún políticos republicanos cínicos, como la congresista Lauren Boebert, de Colorado, quien ha dicho que “la manera más fácil de deshacerse de la COVID-19 es no viendo CNN”.

Por su parte, el presidente Joe Biden culpó a Facebook de estar “matando gente” al propagar desinformación sobre la vacuna, pero luego se disculpó. Difícil entender por qué no quieren los estadunidenses vacunarse cuando en el mundo han muerto de este terrible mal 4.1 millones de personas; 610 mil en este país. Es gracias a las vacunas que la humanidad se ha librado del polio, la viruela y muchas otras formas naturales de miseria y muerte.