La Pandemia de COVID-19 que en México ha cobrado más de 34 mil vidas, sigue causando ajustes en cuanto a la posible apertura de los templos, pues es prioritario garantizar la salud de los fieles y de los propios sacerdotes, de modo que, en la Arquidiócesis Primada de México, la más poblada del país, ha decidido “realizar la previsible reapertura del culto público a partir del lunes 20 de julio”.

Para garantizar que esta fecha sea efectiva hemos convenido que será pertinente la verificación de parte de las autoridades sanitarias, del funcionamiento protocolario que hemos llamado “Orientaciones y criterios para el retorno gradual a las celebraciones litúrgicas con asistencia de fieles”, y esta verificación tendrá lugar durante esta semana, del lunes 13 al 18 de julio, sin costo alguno”.

Los templos que obtengan la verificación aprobada serán las que podrán iniciar actividades de manera gradual a partir del 20 de julio, sin embargo, los templos que se encuentran en aquellas colonias señaladas por el Gobierno de la Ciudad de México con semáforo rojo, tendrán que esperar un poco más de tiempo para la reapertura al culto.

Esto fue informado a través de un comunicado que se distribuyó en todos los templos, firmado por Mons. Salvador González Morales, Obispo Auxiliar, Vicario General y Moderador de la Curia de la Arquidiócesis de México.

Otra información relevante dirigida a los fieles señala que las autoridades eclesiásticas haciendo uso de sus facultades y apegadas al Derecho Canónigo, han decidido mantener la no obligatoriedad de asistir los domingos a la misa presencial, considerando que los propios fieles deben tomar en cuenta su nivel de vulnerabilidad, como es el caso de la edad, y el padecimiento de algunas enfermedades como son la diabetes, afectaciones pulmonares, hipertensión, etc.

De momento, los medios de comunicación electrónicos han sido de gran utilidad para transmitir las celebraciones religiosas haciéndolas llegar a todos los hogares, por ejemplo, desde la Basílica de Guadalupe, y pueden seguir siendo importantes auxiliares para que los fieles puedan participar en la vida de la Iglesia sin que se corran riesgos que pueden tener consecuencias funestas a través de los contagios.

Las autoridades eclesiales, en coordinación con las autoridades sanitarias del país, pondrán todo su empeño para cumplir cabalmente las recomendaciones preventivas pertinentes, sin embargo, hay casos especiales que se deben tomar en cuenta y por ello, las personas vulnerables deben tener la conciencia tranquila cuando el asistir a la santa misa pone en riesgo su vida y su salud.

Esta medida seguirá vigente por el tiempo que las autoridades eclesiales lo consideren oportuno en sus propias diócesis, y estarán informando a los fieles con toda oportunidad, sobre cualquier nueva disposición.

De momento, ya se han adoptado medidas preventivas en la impartición de sacramentos, como es el caso de los bautismos, la comunión y la confesión.

Carlos Villa Roiz