Por la violencia desatada en Barcelona a raíz de las duras sentencias impuestas contra los independentistas en el llamado procés, el clásico del futbol español entre Barcelona y Real Madrid fue pospuesto del 26 de octubre, al próximo 18 de diciembre en el Camp Nou.

Tras los primeros disturbios en la capital de Cataluña, La Liga pidió a la Real Federación Española de Futbol (RFEF) intercambiar los clásicos de la primera y segunda vuelta, y que el primero se jugara el 26, pero en el Santiago Bernabéu, y el del 1 de marzo, en el Camp Nou, lo que no fue aceptado y ahora ambos clubes deberán confirmar la fecha y hora el próximo lunes.

De esta forma, el derbi español sería después de la fecha 17, tres días después de que el Barcelona visite a la Real Sociedad y el equipo merengue haga lo propio en Valencia, aunque es miércoles y coincide con jornada de Copa del Rey en España.

El aplazamiento del encuentro fue bien visto por el Gobierno español, según confirmaron fuentes del Ministerio del Interior, que aseguraron que era lo razonable, ante la crisis política social y que obligó al equipo culé a viajar a Eibar un día antes, para evitar la huelga general de hoy en Cataluña.