Padres de familia que perdieron a sus hijos durante el sismo del 19 de septiembre, en el Colegio Rébsamen evitaron que las autoridades capitalinas llevaran a cabo la demolición del inmueble que actualmente se encuentra en investigación, por el fallecimiento de 19 niños y 7 adultos.

Desde la noche del jueves, al menos 12 padres de familia llegaron al Colegio Rébsamen para hacer guardia y evitar que la mañana de ayer, en punto de las 10:00 horas, se realizara la demolición de la zona colapsada de la escuela ubicada en la delegación Tlalpan.

“Nosotros nos oponemos porque aún no nos dan cuenta de las investigaciones, ni siquiera hay detenidos y quieren ocultar parte importante de la investigación demoliendo”, comentaron padres de familia.

De acuerdo con los padres afectados, de no haber montado guardia toda la madrugada, las autoridades habrían iniciado la demolición de la parte importante que arroja las pruebas de la investigación, a las 07:00 horas.

“Según la demolición estaba programada a las 10:00 de la mañana y ellos llegaron a las 7:00 con camiones de trascabo, su intención era hacer demolición sin decirnos”, arguyeron, molestos.

Los servicios periciales tuvieron acceso a las instalaciones dañadas para recabar más pruebas, además de que los especialistas estructurales analizaron el sitio para poder generar un plan de demolición sin que exista mayor afectación para los vecinos colindantes.

Sin embargo, los padres afectados cuestionaron la urgencia de las autoridades para deshacerse de pruebas que podrían recabarse en el sitio del derrumbe.

“No entendemos por qué quiere tirar esta parte, si lo quitan borrarán las pruebas que en un futuro harán falta para meter a la cárcel a los responsables que hoy en día se dieron a la fuga”, cuestionaron.

En ese sentido, pidieron a las autoridades iniciar la demolición de los inmuebles de las calles aledañas que también representan un peligro inminente para los vecinos, pero al escuchar la respuesta de las autoridades, “al que estamos enfocados ahorita es el de esta escuela porque peligran los vecinos”, refutaron.

“Vea mi playera, aquí está mi niña que murió ahí adentro por toda la corrupción y usted no entiende el dolor que sentimos por querer demoler esto y no darnos ninguna respuesta, solución o justicia”, gritó un padre mientras mostraba la imagen de su hija fallecida a la fiscal de Tlalpan y a los especialistas.

En tanto, Alicia Rosas, fiscal de la delegación Tlalpan, aseguró que se pospondrían los trabajos de valoración para la demolición, hasta que se lleven a cabo mesas de trabajo con los quejosos.

No obstante, al percatarse de la molestia de los padres no supo qué decir y espantada, intentó irse del lugar, pero no se lo permitieron hasta que se comprometiera a declarar la cancelación de demolición. Incluso pidió la intervención del personal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, quien fue obligado a dar una explicación a los padres.

“Desafortunadamente las condiciones en las que se encuentra el inmueble, nos obliga hacer una serie de estudios para demoler la parte colapsada y los especialistas serán los que expliquen cómo se harán los trabajos“, señaló.

Los padres refutaron que de la noche a la mañana la fiscalía informara de la demolición, “pues es un acto de corrupción y parte de desaparecer las pruebas”.

A la fiscal, al no querer dar alguna respuesta concreta, decidieron encapsularla e informarle que los 12 padres se quedarían el tiempo necesario resguardando el lugar para que no logren en algún momento demoler la zona.

“Tenemos que hacer la técnica, no estamos ordenando la demolición sólo porque sí, los técnicos estructuralistas y protección civil que los vecinos están pidiendo”, explicó.

Al escuchar la declaración de Alicia Rosas, vecinos contiguos del Colegio Rébsamen, gritaron que en ningún momento habían pedido la demolición por la supuesta afectación.

“Lo que ella quiere es echarnos a pelear, porque por parte de nosotros no hay ninguna queja y no se ha buscado a la delegación para que se apresuren en demoler el inmueble porque sabemos que es importante la investigación y que encuentren a los culpables”, comentó un hombre que exigía también algún tipo de respuesta.

Al finalizar, la fiscal, Alicia Rosas no dejó en claro cuándo se realizaría una mesa de trabajo con los padres de familia y decidió irse del lugar.

REUNIÓN CON PGJ. Ante la exigencia de los padres de familia para realizar una mesa de diálogo, ayer la Procuraduría General de Justicia capitalina citó al grupo en el búnker de la dependencia.

Al finalizar la reunión, aseguraron que llegaron a un acuerdo para trabajar de manera conjunta, aunque no se tocó a fondo el tema de detener la demolición del colapso.

“Nos atendieron bien y de manera general nos vamos tranquilos y con un buen resultado. Vamos a trabajar conjuntamente y vamos a llegar a un acuerdo para que todos estemos de acuerdo con la demolición que van a hacer; se quedó con mucha seriedad”, indicó Rosalba Badillo, madre afectada.

Confirmaron que se retirarían del Colegio Rébsamen, ya que llegaron a un acuerdo.

Mientras que el abogado detalló que las autoridades les explicaron que las lluvias de la temporada pueden alterar el colapso y generaría peligro para los vecinos que cruzan por la zona todos los días.

“Nosotros no podemos prohibir, pero no nos oponemos y se realizarán trabajos importantes en el lugar”, comentó Francisco Riquel.