Opinión

¡Premio mayor, premio mayor!

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¡Premio mayor, premio mayor!

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
“La fortuna favorece a los valientes"

Virgilio (70 a.C.–19 a.C.),poeta de la antigua Roma.

Desde hace algunas semanas, han circulado fuertes rumores que acusan la pretensión del gobierno por desaparecer la Lotería Nacional para la Asistencia Pública (Lotenal).

Lo anterior, a partir de que el 15 de abril el presidente de la República, en su conferencia mañanera, al responder una pregunta acerca del futuro de esta institución, comentara que pronto “·Van a venir aquí a explicarles en qué va a consistir la transformación de la Lotería Nacional. Es un nuevo plan”. Desde entonces, no conocemos más detalles.

Este augurio ha traído a la memoria aquellas ocasiones en las que otros gobiernos (neoliberales todos ellos) han intentado desaparecer la Lotería. La izquierda no puede cometer ese error.

Estamos hablando de un organismo antiquísimo que, con 248 años, tiene más tiempo operando que el propio Estado Mexicano. A través de la historia, la “Real Lotería General de la Nueva España”, llega a ser renombrada como “Lotería Nacional” por el presidente Benito Juárez, y es gracias a ella que el presidente vitalicio logra la construcción del ferrocarril México-Toluca.

En el 2008, esta institución recibe un fuerte golpe que la coloca en un estado económico crítico: empieza a ser gravada con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

Éste es un impuesto injusto para la Lotería porque, a diferencia de los casinos que también pagan el IEPS, la institución pública únicamente tiene “juegos pasivos”, es decir: vende billetes para sorteos, con lo cual nunca podrá competir contra “juegos activos” como los de las apuestas y casas de juego.

La institución se encuentra entonces en un escenario semejante al de Sísifo: Debe trabajar duramente todo el año para pagar un impuesto que se le aplicó de manera injustificada. A diferencia del mito griego, en este caso la solución para salvar a esta institución es sencilla y está al alcance de los mortales: Eliminar el IEPS a los sorteos organizados por la Lotería Nacional.

Está claro que la Lotería necesita modernizarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Pero nunca desaparecer.

No intentemos callar a las niñas y niños gritones. Al contrario, dejemos que sus voces continúen celebrando la suerte de aquellos a los que Fortuna ha decidido sonreírles.

Twitter: @jorgegavino