El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Santiago Nieto Castillo, rechazó que el tema de la corrupción en México sea cultural, "como algún sujeto pensó alguna vez".

“Yo no creo, como algún sujeto pensó alguna vez, que la corrupción en México es un tema cultural. Claro, si tus amigos son unos corruptos y estás en un campo de golf en Malinalco pensando qué habían hecho todos ellos en la semana, pues por supuesto que, digamos, pensarás que eso es cultural".

“Pero no, el problema, el tema está centralizado en que sí necesitamos generar una cultura de combate a la corrupción, y ese es el punto que yo quisiera defender”, expuso.

Por otra parte, aseguró que la identificación de los beneficiarios finales relacionados con los casos de corrupción, es un tema en el que México no avanza.

Además, dijo que con base en el Grupo de Acción Financiera Internacional, México no ha alcanzado un nivel adecuado de sentencias condenatorias, de decomiso de bienes e instrumentos del delito relacionados con la corrupción.

Asimismo, insistió en la necesidad de que la UIF y el Sistema de Administración Tributaria (SAT) deberían forman parte del Sistema Nacional Anticorrupción para combatir con mayor eficacia la corrupción.

“Particularmente en la información fiscal y financiera de empresas fachada de servidores públicos. Eso podría fortalecer mucho la investigación de la Auditoría Superior de la Federación, de la Secretaría de la Función Pública y, por supuesto, de la Fiscalía Anticorrupción”, aseguró.

Nieto Castillo señaló lo anterior en el marco de su participación en el seminario Justica Constitucional y Parlamento Abierto, organizado por el Instituto Nacional de Transparencia Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

Ahí, reconoció que los servidores públicos tienen reducido su umbral de protección al derecho de honor o a la intimidad, pero es resultado de su propia decisión de pertenecer a la esfera pública.

“En el tema de la denuncia hay una gran discusión en que ¿qué tiene que prevalecer, el derecho de acceso a la información o el derecho al honor y a la intimidad de los servidores públicos?".

“Mi punto de vista es que en el caso de los servidores públicos por voluntad propia decidieron estar en la esfera pública, por tanto, su umbral de protección al derecho, al honor o a la intimidad es más reducido”, afirmó.

Agregó que la corrupción es una fórmula con práctica monopólica, es decir, se ejerce de manera discrecional, ya que, a menos rendición de cuentas, produce siempre en forma definitiva un acto de corrupción.

El funcionario federal señaló también que es necesario combatir a aquellos jueces que han cedido a las tentaciones de la corrupción y, sobre todo, de los grupos de delincuencia organizada.