Opinión

Quedó la vara muy alta

Quedó la vara muy alta

Quedó la vara muy alta

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
No recuerdo en cuántas ocasiones, durante estos 23 años en que he venido escribiendo semana a semana Animalidades, me ha tocado en suerte escribir justo en el aniversario de La Crónica de Hoy como en este miércoles, en que además, coincido con celebrarle en directo sus ¡25 años existencia!, lo que no es cualquier baba de perico y menos en estos tiempos de prisas y 140 caracteres, al tratarse de un diario para leer y reflexionar. Agradezco a Pablo Hiriart el haberme invitado a participar de este esfuerzo en mi aquel aciago año 98, e igualmente a don Jorge Kahwagi por continuar abriéndole la puerta de manera siempre entusiasta, solidaria y respetuosa a mi tema, que intenta ser voz del Reino Animal no humano pero que no siempre se concibe con la importancia que merece y que este periódico le ha dado. Mi reconocimiento asimismo a don Rafael García Garza, a los jefes, compañeros (algunos ya en otros lares), equipo técnico y a los hacedores nocturnos de este ejercicio periodístico.

¡Felicidades Croniquita querida, y que sean muchos años más!

El título de esta colaboración obedece a un tema que recién tuvo gran repercusión en las benditas redes sociales. De no haber sido por la exigencia ciudadana solicitando dar salvamento inmediato a los dos perritos (SPAY y SPIKE) que habían caído al tremendo socavón poblano, sin posibilidad alguna de salir, la historia hubiera terminado infelizmente partiendo de que a unas cuantas horas de haberlos sacado, ese hoyo mazapanezco se profundizo y ensancho todavía más, tragándose incluso parte de la vivienda cercana. O sea que, de no haber intervenido drásticamente y a tiempo el gobernador Miguel Barbosa Huerta, ese par de “lomitos" -como los refirió en su Twitter- hubieran tenido una muerte terrible. Nunca hubiera apostado que esto sucedería al tratarse de un político más bien lejano al tema animalista y cercano a la tauromaquia, así que quedé gratamente sorprendida de su reacción, misma que aplaudo y que pone, en efecto, la vara muy alta en un Estado que ha venido destacando últimamente por maltrato a los perros, particularmente, y precisamente por haberse perdido la posibilidad de que se prohibieran las “corridas de toros" en su capital. Aquí aplicó de nueva cuenta la dicotomía que en notoria mayoría presentan los aficionados a la mal llamada “fiesta brava", por cuanto suelen querer mucho a los perros… a los suyos cuando menos… y a los caballos, pero inexplicablemente se despojan de sentimientos cuando individuos pertenecientes a las dos últimas especies citadas son lesionados, violentados y muertos a mansalva, de forma inútil y excesivamente cruel, en una plaza. En fin que…

Los arrestos para poner a salvo a los canitos estuvieron presentes desde el minuto uno en que se denunció su condición, pese a la negativa de la encargada de Protección Civil que no quería arriesgar vidas humanas para salvar a esas criaturas, olvidando que México ya cuenta con rescatistas de primer orden en la materia, mismos que suelen unir su experiencia a la de los diversos cuerpos de seguridad, como en este caso fueron los siempre dispuestos, valientes y admirados Bomberos, apoyados asimismo por personal del Instituto de Bienestar Animal.

Entiendo que SPAY ya está en casita tras haber corrido su alta, claro, con la reserva de continuar con un tratamiento y, sobre SPIKE -así nombrada repentinamente para identificarla respetuosamente- se informó que ya tenía ocho posibles adoptantes. ¡Que así sea! Sólo esperemos que sea entregada es-te-ri-li-za-da, porque al parecer su interés en SPAY era amoroso.

Vaya pues, entonces, un amplio reconocimiento a quienes hicieron posible este salvamento, incluida desde luego Fátima, que nunca abandonó a su perrito.producciones_serengueti@yahoo.com
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