Cultura

Quejarnos por estar en casa es menospreciar el sufrimiento real de otros: Almudena Grandes

La escritora española señala que hay gente que perdió por el COVID-19 a seres queridos y no pudieron estar con ellos en el hospital. Presenta su reciente novela La madre de Frankenstein, quinta obra de la serie Episodios de una guerra interminable.

La escritora española señala que hay gente que perdió por el COVID-19 a seres queridos y no pudieron estar con ellos en el hospital. Presenta su reciente novela La madre de Frankenstein, quinta obra de la serie Episodios de una guerra interminable.

Quejarnos por estar en casa es menospreciar el sufrimiento real de otros: Almudena Grandes

Quejarnos por estar en casa es menospreciar el sufrimiento real de otros: Almudena Grandes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"Lo mejor que podemos hacer en esta cuarentena es leer esos libros que compramos hace años por impulso o esos clásicos que tenemos en casa y que nunca los leemos porque no tenemos tiempo", comentó la escritora española Almudena Grandes (Madrid, 1960), quien desde la plataforma de Instagram platicó sobre su reciente novela: La madre de Frankenstein, quinta obra de la serie Episodios de una guerra interminable.

Ante la pregunta ¿qué libros recomendaría leer durante el aislamiento?, la también ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2011 dijo en videoconferencia que la respuesta es complicada porque las librerías en muchos países están cerradas.

“Es complicado. Si recomiendo novedades quizá es muy frustrante porque a lo mejor no se pueden encontrar. Por ejemplo, una novela estupenda es Zuleijá abre los ojos, de Jorge Ferrer, cuenta una historia increíble de una mujer tártara a la que en los primeros años de la era de Stalin deportan y mandan a vivir a Siberia, y cómo en un territorio tan hostil logra crecer y empoderarse, y tomar la rienda de su vida. Es una lectura muy recomendable para momentos duros”, comentó.

No obstante, Almudena Grandes señaló que lo más conveniente es leer los libros pendientes. “Conviene expurgar en las estanterías y buscar esos libros que hemos comprado por impulso y que siempre hemos pensado que nos iba a gustar y nunca hemos tenido tiempo de leer”.

En la videocharla también dijo que el aislamiento para evitar la propagación del COVID-19 es un momento de empatizar con los abuelos y no ser tan quejumbrosos.

“Cuando empezó esta crisis del coronavirus hubo un slogan italiano que me emocionó porque decía: ‘a nuestros abuelos les pidieron que fueran a la guerra y a nosotros sólo nos piden que nos quedemos en casa’. Creo que tenemos que contextualizar muy bien lo que estamos pasando: una situación en donde no estamos pasando hambre, es verdad que hay gente que está sufriendo mucho, pero la mayoría de los confinados simplemente no puede salir a la calle, creo que esta situación puede hacer que empaticemos con el sufrimiento de nuestros abuelos”, expresó.

La autora de Los pacientes del doctor García agregó que es momento de pensar que afuera no existe una guerra.

“Tenemos que ser conscientes que afuera no hay bombardeos, afuera hay un virus. Creo que no debemos quejarnos demasiado primero, porque en esta situación hay gente que ha perdido seres queridos en el hospital y no puede estar con ellos, entonces parece que quejarnos por estar en casa es menospreciar el sufrimiento real de esa gente”, indicó.

En segundo lugar, Almudena Grandes externó que quienes tienen la posibilidad de permanecer en sus hogares con servicio de internet, no implica sufrimiento, “es una situación dramática, sin duda; pero somos unos privilegiados”.

EL CRIMEN DE AURORA. La novela La madre de Frankenstein, editada por Tusquets, narra la historia de Aurora Rodríguez Carballeira, una mujer que mató a su hija de 18 años, y a través de ese personaje Almudena Grandes cuenta cómo era España en los años 50 del siglo pasado desde un manicomio al que llega el psiquiatra Germán Velázquez.

Aurora Rodríguez fue un personaje real y, por ello, una de las preguntas que los lectores hicieron a la autora fue: por qué aun causaba tanta fascinación.

“No me extraña que haya despertado un interés inusitado porque en esas circunstancias estoy yo desde hace 30 años. Es un personaje muy fascinante por muchas cosas, sobre todo porque reunía todos los requisitos y tenía todas las condiciones para haberse convertido en el ícono de la nueva mujer de la España Republicana”, comentó.

Aurora fue descrita por Grandes como una mujer inteligente y autodidacta.

“Una cosa que no cuento en la novela, pero me gusta contarlo en las presentaciones, es que Antonio Vallejo Nájera dijo en su juicio que ella era el ejemplo de lo que pasa cuando una mujer lee sin la tutela de su padre, ni de su marido o de un director espiritual, una mujer lee sola y acaba matando a su hija. Era una mujer enferma mental y esa enfermedad derribó todas sus virtudes en un momento y la convirtieron en una asesina”, detalla.

Sin embargo, eso en el futuro —señala—, no afectó sus facultades intelectuales, “porque ella fue una mujer muy inteligente, incluso cuando fue ingresada al manicomio”.

A la pregunta de por qué no incluyó el juicio hecho a Aurora, la escritora comentó que fue porque no quiso desviarse de su interés: narrar la dictadura durante los años 50.

“El juicio fue un choque de trenes, estuvieron las dos Españas en el juicio: el perito de la acusación fue Vallejo Nájera, patriarca de la psiquiatría franquista; y el psiquiatra de la defensa fue José Rodríguez, que fue como el patriarca de la psiquiatría progresista de la época republicana en España”, explicó.

Almudena dijo que su serie Episodios de una guerra interminable busca contar 25 años de la dictadura y con La madre de Frankenstein, va a la mitad. “Me interesaba más contar el mundo de los años 50, una época en la que Aurora es una enferma mental arrumbada en una habitación a la que nadie le hace caso”.