DR. ALFREDO ÁVILA RUEDA,HISTORIADOR MEXICANO:

+De la teoría de la encarnación

parte la historia del hombre

Friedrich Nietzsche

CIUDAD DE MÉXICO.- Le mando, respetable y joven doctor, este texto en síntesis, obra de mi amigo José Reyes Doria, porque es igual de joven que usted y también, seguramente, por ser otro enamorado doliente de nuestro país y de su historia.., consciente de que el rencor histórico suele ser un feo enemigo de la realidad actual… Dice…“En enero de 1994, el entonces llamado subcomandante Marcos publicó su célebre comunicado ¿De qué nos van a perdonar?, donde diserta sobre la naturaleza del perdón que el presidente Carlos Salinas de Gortari ofrecía a los indígenas zapatistas levantados en armas. La paráfrasis es pertinente hoy, a propósito de la ya célebre carta del presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigida al rey de España, donde le solicita que pida perdón a los pueblos originarios de México por las atrocidades que contra ellos cometieron los conquistadores patrocinados por la Corona Española hace 500 años.“¿Quién debe pedir perdón a los pueblos indígenas, el rey Felipe VI, gris monarca que encarna la tal vez más repudiada monarquía de las pocas que quedan en Occidente y que apenas puede lidiar con los bretes en que lo mete su reina Letizia? La verdad de las cosas, no sabemos qué tanto puede necesitar México de las disculpas de un personaje como Felipe VI, más aún, quién sabe si los pueblos indígenas quieran ese perdón, porque no los consultaron para ello y otra vez, como desde hace 500 años, desde hace 200 años de vida independiente y como desde hace unos meses a partir del presunto nuevo régimen, desde el poder se interpreta y se impone lo que ellos, los indígenas, quieren o necesitan. “… Los 68 pueblos indígenas de México, sobrevivientes de los más de 200 que había hace 500 años, ¿se sentirán más orgullosos con la petición de perdón de alguien como Felipe VI, Letizia, Juan Carlos o cualquier otro Borbón? ¿A pesar de no haberlo decidido ellos, sino que desde arriba así se interpretó e impuso, los pueblos originarios fortalecerán su dignidad si estos personajes de la aristocracia española les piden perdón por las atrocidades que sufrieron sus antepasados durante la Conquista y la Colonia?“Más aún, en la fenomenología del perdón se impone una cuestión crucial: ¿Quién puede otorgarlo? Supongamos que desde España, a pesar de la furiosa reacción inicial a la petición de AMLO, más adelante deciden condescender y piden perdón a México y a sus pueblos indígenas: ¿Quién les puede otorgar ese perdón?“¿Acaso el propio AMLO sería el indicado para otorgar el perdón, a pesar de que él mismo expresó en la plaza que ya no se pertenece y, por lo tanto, no es bueno que decida por sí mismo una cuestión tan discutible como el perdón que ofrecerían los españoles, sino que tendría que preguntar a los mexicanos, en especial a los indígenas a los que nunca se les pregunta ni se les toma en cuenta, si lo autorizan para dar el perdón a los gachupines?“O, acaso, no por sus 30 millones de votos sino por su compromiso de ser el epígono de Lázaro Cárdenas, ¿será AMLO el indicado para otorgar el perdón a los españoles, recordando que el general Cárdenas es el más grande estadista mexicano del siglo XX y protagonizó la última gran acción del Estado mexicano ante España, al abrir las puertas al exilio español en la época de la guerra civil en España? Pero en ese caso, habrá que tener en cuenta que el general no tuvo, en su momento, ninguna pulsión reivindicadora ante España; no sintió, ni de lejos, ninguna necesidad, ni personal ni histórica, de que los españoles se disculparan por las atrocidades de la Conquista; y también habrá que recordar que en ese trance de alcance político e ideológico internacional que fue la guerra civil española, Octavio Paz, el más grande poeta e intelectual mexicano del siglo XX, combatió en esa guerra a favor de la República y tampoco sintió ninguna necesidad, ni personal ni histórica de exigir a España una disculpa por la Conquista.

“¿Quién puede otorgar ese perdón, los pueblos indígenas que una y otra vez son despojados de sus recursos naturales, desplazados de sus tierras, empobrecidos sin piedad con medidas arteras como el recorte presupuestal de más del 50% en 2016 y que ahora, en 2019, con un gobierno supuestamente indigenista, no se recuperó ni un peso de ese recorte y se vuelve a apostar por una visión desarrollista para, supuestamente, sacarlos de la pobreza pero sin que decidan por sí mismos sus prioridades de desarrollo ni sus ‘necesidades de perdón’?

“… ¿Quién debe pedir perdón y quién otorgarlo? ¿Y cómo contar la historia..?”

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