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Rafael Navarro y Europa se preparan para la misión ExoMars 2020

El mexicano colabora en uno de los experimentos del rover llamado Rosalind Franklin, que analizará si se puede obtener agua para futuras misiones humanas.

El mexicano colabora en uno de los experimentos del rover llamado Rosalind Franklin, que analizará si se puede obtener agua para futuras misiones humanas.

Rafael Navarro y Europa se preparan para la misión ExoMars 2020

Rafael Navarro y Europa se preparan para la misión ExoMars 2020

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Después de fracasar en su primera fase, en 2016, la misión europea ExoMars tiene un reto no menos complejo de cara al próximo año: descender a la superficie de Marte un robot explorador (rover) que acompañará en su odisea planetaria al Curiosity de la NASA y a su gemelo, que aún no tiene nombre, pero que se prevé sea lanzado también en 2020.

El rover de la Agencia Espacial Europea (ESA) sí ha sido bautizado ya. A inicios de 2019, fue nombrado en honor a Rosalind Franklin, científica británica cuyo trabajo fue clave para descubrir la estructura del ADN, sin recibir el crédito correspondiente y quien no fue reconocida sino hasta décadas después de su muerte.

En octubre de 2016, la sonda Schiaparelli se estrelló en suelo marciano, en el primer intento de la ESA por lograr un amartizaje suave en el planeta rojo, que históricamente ha sido del 50 por ciento de efectividad entre las otras agencias espaciales que lo han intentado desde la década de los sesenta. El verano del próximo año, la misión ExoMars emprenderá su viaje desde la plataforma de lanzamiento de Kazajistán, en un proyecto que la ESA lleva a cabo con la Agencia Espacial Federal de Rusia, Roscosmos.

En la misión participa el mexicano Rafael Navarro, investigador del Laboratorio de Química de Plasmas y Estudios Planetarios del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. El universitario, Premio Crónica, tiene una trayectoria amplia en el estudio e investigación de este tipo de misiones, coronada por su participación en el experimento SAM (Sample Analysis at Mars), que forma parte del laboratorio que lleva dentro el rover Curiosity de la NASA.

Si amartiza con éxito, la misión ExoMars 2020 tendrá dos experimentos científicos en Marte: el rover Rosalind Franklin y la plataforma de donde descenderá; mientras el robot explorador recorrerá la superficie marciana, la otra tecnología —a cargo de Roscosmos— investigará la superficie de descenso.

AGUA MARCIANA. Rosalind llevará consigo diversos experimentos, entre estos HABIT (Habitability, Brine Irradiation and Temperature), en el cual colabora Navarro González. “Éste es un instrumento que determinará si es posible que se forma agua líquida en la superficie marciana por las noches", explica en entrevista. “El instrumento lleva consigo sales, de tipo perclorato, capaces de capturar el agua del ambiente". El líquido puede formarse a temperaturas muy bajas, por debajo del congelamiento del agua, hasta menos 20 o 40 grados.

Los resultados de este experimento son muy importantes, puntualiza, porque permitirá a los investigadores medir en cuántas noches marcianas se produce la formación de agua líquida. “La humedad en la atmósfera en la noche será capturada por esas sales cuando la temperatura es baja y se forma agua líquida. Eso además determinará qué tan habitable es Marte para las bacterias, ya que entre mayor número de días al año tengamos agua líquida es más factible que la vida pueda florecer en la superficie”.

El científico agrega que el experimento también probará tecnología muy importante para determinar si se puede capturar agua de la atmósfera de Marte, que sería del tipo que utilizarán los humanos en futuras misiones. “Es muy costoso para las agencias espaciales llevar a los humanos, agua y comida para sobrevivir. Si se puede capturar el líquido con esta tecnología, será un avance importante en el futuro”.

LOS TRES AMIGOS. Rosalind llevará consigo otro tipo de instrumentos que permitirán el análisis de compuestos orgánicos para descifrar si hubo o no vida en Marte, estudios que serán complementarios a los realizados por Curiosity y por su gemelo 2020.

Con el Curiosity, dice Navarro, la NASA ha estudiado la superficie marciana, perforando rocas hasta 5 centímetros de profundidad, y ha estudiado una zona de un cañón en una montaña, donde cada capa de rocas ha proporcionado información del pasado de Marte.

“Pero ExoMars perforará entre uno y dos metros de profundidad y es importante porque ahora sabemos que gran cantidad de compuestos orgánicos que se pudieron haber formado en el pasado, y que pudieron dar indicio de la vida en Marte, han sido borrados por la acción de los rayos cósmicos que llegan a su superficie, ya que no tiene un campo magnético que lo impida”. Al perforar con mayor profundidad, añade, el rover europeo alcanzará la profundidad donde permanecerían esos compuestos orgánicos, bloques de la vida, borrados o destruidos por esos rayos cósmicos. “Podrá analizar rocas intactas que nos darán información de si en el pasado hubo vida en Marte”.

Es probable que para el 2021, los tres mayores robots que la Tierra ha enviado a Marte “convivan” y mejoren la banda ancha en el planeta. Curiosity, refiere Navarro, cumplió en 2019 siete años de misión —fue diseñado sólo para dos—, pero sigue en buenas condiciones y se mantendrá operando hasta la llegada de sus amigos rovers. “Eso permitirá que los robots se comuniquen entre ellos, para así aumentar el internet planetario, y a su vez con los satélites en la órbita marciana y retransmitan información hasta la Tierra. Serán tiempos muy interesantes”.

Entre los tres podrían responder preguntas sobre la radiación que recibiría un humano en una travesía a Marte; si se puede hacer respirable su atmósfera en el futuro; si se puede capturar agua; y, principalmente, pistas cada vez más claras sobre la existencia, pasada o actual, de vida microbiana.

El científico se ha ganado su lugar en la selecta comunidad de científicos involucrados en este tipo de proyectos, que representan una de las mayores aventuras emprendidas por la humanidad. “Me siento privilegiado por participar en estas misiones, lo cual no es nada fácil, puesto que son muy importantes para el futuro de la humanidad”.