Una semana después del tiroteo perpetrado por un menor de 11 años que dejó dos muertos y cinco heridos en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, este viernes se reanudaron las clases bajo fuertes medidas de seguridad con la instalación de arcos de detectores de metal, detectores portátiles y mochilas transparentes.

En medio de la incertidumbre por conocer cuál sería el comportamiento de los estudiantes al regresar a clases tras la tragedia, los alumnos comenzaron a llegar después de las 7:00 horas acompañados de sus padres o de algún familiar, quienes presenciaron las medidas de seguridad implementadas para resguardar la integridad de los estudiantes y con el objetivo de impedir que se repita otra tragedia.

A través de un comunicado el Colegio Cervantes recomendó a los padres de familia y tutores de los alumnos, no portar mochilas o loncheras, USAR BOLSAS TRANSPARENTES sobre malla para guardar lo que necesiten para sus actividades extraescolares.

También informó que se establece que los alumnos deberán contar con dos lapiceras, una para uso en casa y otra para que permanezca en la escuela.

Como parte de las medidas de seguridad adoptadas a una semana de la tragedia, la escuela instaló detectores de metales marca Garrett PD6500i (iguales a los utilizados para el control de aeropuertos y fronteras), y los estudiantes comenzaron a ingresar a las instalaciones del colegio a través de estos artefactos.

El control de seguridad fue supervisado en todo momento por directivos de la escuela quienes estuvieron atentos para garantizar la seguridad en el plantel educativo.

El pasado 10 de enero, alrededor de las 8:20 horas, un estudiante de sexto año de primaria disparó dos armas de fuego, una calibre 40 y otra calibre 25 en contra de su maestra María “H”, de 50 años, a quien asesinó, además de disparar contra cinco de sus compañeros y un maestro de educación física, para después suicidarse.