ING. ALFONSO ROMO GARZA, JEFE, OFICINA DE LA PRESIDENCIA:

+Quien comete un error y no lo corrige, comete un error mayor

Confucio

Fitch Ratings, la calificadora financiera que la semana pasada bajó la calificación de Pemex y provocó el enojo del presidente López Obrador, lo hizo a partir de la baja en las calificaciones de Pemex que reflejan el deterioro continuo del perfil crediticio individual de la principal empresa nacional. Pero bien sabe usted, ingeniero Romo, que tal situación no brotó de la noche a la mañana sino que viene de muy lejos; comenzó, quizá, meses antes de ser concebida y creada, cuando los cuatreros petroleros de entonces se percataron del cofre del tesoro negro que estaban creando para sus generaciones venideras, no para el país.

De ahí lo incomprensible de la reacción presidencial cuando pudo ser, al revés, la gran oportunidad de sentar la percepción histórica de que ésa será la principal transformación en la obra integral contra la corrupción y la impunidad que recubren cada muro de esa empresa.

Aristóteles Núñez Sánchez, expresidente del Servicio de Administración Tributaria —SAT—, envió la carta que usted conoce, para el presidente de la República, como una contribución para ventilar con aires de verdad puros y no disfrazados, el trabajo que esta administración intenta realizar con Pemex y por ello enseguida transcribo, íntegro, el texto del doctor Núñez Sánchez.

“Buenos días, Presidente, está usted equivocado.

“Abro hilo:

“1. Las empresas calificadoras no tienen dentro de sus tareas o actividades detener el saqueo de un gobierno.

“2. Ellas miden la fortaleza y certidumbre financiera de un país o una entidad que emite bonos de deuda.

“3. Las calificadoras tienen una metodología estandarizada para medir perfiles de riesgo de las empresas o gobiernos que piden prestado (para ello emiten bonos). Esa metodología la conoce Pemex y también la conocen los inversionistas. Es un principio básico de transparencia.

“4. La calificadora mide la fortaleza financiera de Pemex para hacer frente a sus obligaciones de pagar deuda contraída. Las calificadoras no tienen como tarea detener o sancionar saqueos de gobiernos o empresas, su función es calificar riesgos.

“5. Las calificadoras no pueden considerar sólo la variable del combate al huachicol, Pemex tiene un problema mayor. Miden la perspectiva financiera de Pemex y valoran si encontrarán presiones financieras para enfrentar sus obligaciones.

“6. El mayor problema de Pemex es la disminución de la extracción de petróleo. Ésta sigue cayendo. Si existiera un plan de inversión, transparente, serio y creíble en Pemex para incrementar la extracción de petróleo, la calificación podría mejorar.

“7. La disminución de la calificación en Pemex es consecuencia de la caída en sus ingresos por la disminución en la extracción de petróleo y falta de rumbo en su dirección. A mayor riesgo crediticio, mayor tasa de interés; a menor riesgo, menor tasa.

“8. La disminución de la calificación de Pemex implica un costo financiero adicional anualizado entre 20 mil y 30 mil millones de pesos. Es decir, Pemex deberá pagar más intereses por la deuda que tiene.

“9. Usted comenta que no llegó la inversión extranjera a Pemex y al mismo tiempo critica la reforma energética. Eso es una contradicción que confunde a los inversionistas. Sin reforma energética no habría inversión extranjera y ésta llega al sector, no a Pemex.

“10. Si usted cancela la reforma energética, anticipo, la calificación crediticia de Pemex y del país caerá. Usted podría posponer un programa de gobierno por 50 mil millones de pesos y canalizarlos a Pemex para inversión en exploración y extracción. Eso mejoraría la calificación.

“11. Usted debe entender que los recursos del gobierno (contribuciones), no alcanzan para todo. No sólo son buenas intenciones, se requiere racionalidad económica.  Ahí reside el talento del administrador público.

“¡Mucho éxito, Presidente!”

Espero que la lectura de este  texto mueva y conmueva a los más valiosos integrantes de la intelectualidad nacional para que asuman la responsabilidad de actuar en bien de la Nación y el futuro de la República.

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