La Policía Nacional de Nicaragua reprimió este día con bombas aturdidoras y piedras a las cientos de personas que salieron a las calles a conmemorar el Día del Estudiante, luego que las autoridades negaron a los universitarios un permiso para marchar en la capital Managua.

Pese a la negativa de autorización, los estudiantes se disponían a participar en la marcha "Somos universitarios, no delincuentes", sin embargo, ante la fuerte vigilancia policial implementada decidieron realizar piquetes en diferentes puntos de Managua, Matagalpa y Masaya.

El sacerdote Edwin Román escribió en su cuenta de la red social Twitter que más de 100 personas se encuentran dentro de la parroquia San Miguel, en Masaya, donde agentes de la policía bloquean las puertas del templo, donde se celebró una misa por los presos políticos.

Román aseguró que algunos de los fieles que lograron salir del lugar recibieron una lluvia de piedras.

Durante las manifestaciones realizadas en la carretera a Masaya, la policía lanzó también piedras y bombas aturdidoras a las personas reunidas. De acuerdo con testigos, dos personas -una de ellas identificada como Cecilia Sequeira- fueron detenidas por las fuerzas del orden.

En diferentes puntos de la capital, como la catedral de Managua y un centro comercial, los nicaragüenses realizaron varios piquetes contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, en movilizaciones que fueron reprimidas por los agentes policiales.

El dispositivo policial se desplegó luego que la víspera las autoridades negaron a los universitarios el permiso para realizar la tarde este jueves una marcha en la capital nicaragüense para conmemorar el 60 aniversario de la matanza de estudiantes en la ciudad de León en 1959.

En un comunicado, la Policía Nacional indicó que los estudiantes que solicitaron permiso para marchar no cumplían con los requisitos establecidos en los estatutos de la corporación, y sostuvo que los jóvenes tenían antecedentes delictivos por consumo y expendio de drogas, así como tenencia y uso ilegal de armas de fuego.

En medio de la crisis social y política que se vive en Nicaragua desde abril de 2018, a partir de septiembre de ese año la policía prohibió las manifestaciones antigubernamentales, amenazando con encarcelar a los organizadores y a las personas que participen en las movilizaciones.

havh