Opinión

Reserva de la biósfera de los Tuxtlas

Reserva de la biósfera de los Tuxtlas

Reserva de la biósfera de los Tuxtlas

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Los Tuxtlas son una de las 42 reservas de la biósfera con las que México cuenta, esto significa que son un ecosistema que han sido poco alterados por el ser humano y que requieren ser protegidas. Así mismo son lugares que ofrecen un servicio ambiental que va más allá de la perspectiva humana, sino que en caso de no existir se pone en peligro el equilibrio que se requiere en el planeta para que se desarrolle la vida.

Esta región además cuenta con una vasta historia, los Tuxtlas son el inicio de las tierras que fundaron y habitaron los Olmecas, nuestra cultura madre, de hecho en Santiago Tuxtla aún conservan la cabeza Olmeca que hallaron en su poblado, siendo la única pieza de este tipo que se encuentra en su lugar de origen gracias a la defensa de sus pobladores por preservar su legado cultural en el centro de su comunidad mientras las dieciséis cabezas restantes se encuentran en museos.

Toda esta región cuenta con gran cantidad de ríos y cascadas que en su mayoría van a parar a un lugar enigmático, la laguna de Catemaco. Un lugar que durante muchos años se hizo famoso por la tradición chamánica que abunda en la región, considerándolo la meca de los brujos, sin embargo, lo más maravilloso de ese lugar es la majestuosa laguna rodeada por la abundancia de vida que alberga la selva que la rodea.

En Catemaco existen lugares para experimentar las mejores experiencias de turismo de naturaleza en el país, en especial cuentan con un desarrollo indígena y comunitario de conservación y ecoturismo llamado Nanciyaga.

Nanciyaga es un lugar donde se puede contemplar la belleza de la naturaleza, la laguna y las pequeñas islas son muestra de que sí existe el paraíso en la Tierra, el silencio que se percibe cuando se toma una balsa que ofrecen para salir a remar, es posible conectar con tu ser interior y, si vas acompañado con la familia, se vuelve en una experiencia única donde todos se ponen en manos del agua para sentir su delicadez y fluidez; esos momentos realmente se vuelven en un apapacho para el alma, acompañado por el volar artístico de las garzas y patos. Son esos instantes en donde el corazón siente la vocación de amar a la Madre Tierra. El lugar cuenta con recorridos para observar flora, fauna y vestigios prehispánicos, así como unas sencillas cabañas donde no permiten uso de pastas de dientes o jabones convencionales, todo deben ser productos 100% biodegradables que allí mismo ofrecen.

En Catemaco cuentan con servicios de temazcal con la diferencia que estos se realizan untando barro de la laguna en los cuerpos con fines terapéuticos y al salir no hay nada más agradable que quitarse el lodo y sudor del baño del temazcal que nadando en la laguna. Para comer lo más típico que se ofrece son los tegogolos, caracoles recién extraídos de la laguna servidos tipo ceviche ¿qué escargots ni que ocho cuartos? Los tegogolos son una delicia.

Realmente los veracruzanos son muy bendecidos de tener lugares tan hermosos y es una misión colectiva resguardar estos sitios sagrados.

@CesarG_Madruga