Metrópoli

Revendedores en tiempos de COVID; oxígeno, más caro si es urgente

Hay personas que aprovechan la desesperación de quienes tienen enfermos de COVID y lucran con artículos médicos durante la pandemia.

Revendedores en tiempos de COVID; oxígeno, más caro si es urgente

Revendedores en tiempos de COVID; oxígeno, más caro si es urgente

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Siempre que hay demanda de algún producto surgen estos personajes que parecen tener los contactos adecuados para obtener de primera mano aquello que el resto requiere con celeridad: los revendedores. Y la pandemia de COVID trajo consigo una gama de posibilidades para quienes usan la desesperación como una ventaja en el comercio.

Son las 10:00 de la mañana en la esquina de Periférico y la Calzada de Tlalpan, donde se encuentra Medical Future Life Oxigeno Medicinal, uno de los puntos de venta de oxígeno más concurridos, al sur de la CDMX.

A esa hora, en la fila, hay un centenar de personas que busca comprar o rellenar un tanque de oxígeno, este elemento químico que se ha vuelto vital para quienes padecen COVID y presentan con frecuencia crisis respiratorias.

Pasan los minutos y la fila se hace cada vez más larga. A pesar de la celeridad de los encargados de este local, que está abierto las 24 horas, ser atendido toma tiempo.

La última persona de la fila pregunta a los de enfrente: “¿Saben si tarda mucho?”. Un joven, que decidió sentarse en la banqueta, responde: “Yo llevo dos horas formado y mire, falta todavía”.

Hay quienes incluso abandonan su puesto y dejan su tanque en la fila para ir a comer algo, estirar la espalda o ir al baño. La lentitud en el avance permite hacer todo esto sin perder el lugar.

La fila avanza y el joven que estaba en el piso se levanta, da un par de pasos hacia el frente y se vuelve a sentar; sabe que pasarán al menos 15 minutos para que deba ponerse de pie nuevamente.

Así transcurre el tiempo, en espera.

Casi a mediodía una mujer de unos 50 años y 1.50 de estatura rompe el tedio. Recorre la fila del final al inicio ofertando el preciado objeto: “Tengo tanques de 680 litros en 8 mil pesos, ¿quiere un tanque? Ya tiene oxígeno y está listo para usarse”.

Pregunta uno por uno a todos los de la fila. Algunos responden con una negativa rotunda; es cierto que en la ciudad y el país la solidaridad abunda cuando ocurre una situación de emergencia, pero también circulan historias que fortalecen la desconfianza.

Otros más piensan por algunos segundos en la oferta, pues parece no tener lógica: Un tanque de 680 litros cuesta 6 mil 950 pesos en la tienda en la que pronto serán atendidos, “¿por qué alguien lo compraría más caro?”, se pregunta una mujer que observa a la revendedora alejarse después de ser rechazada una y otra vez.

Sin embargo, la revendedora no se rinde. Sigue con la oferta, como si conociera ese mercado a la perfección. En la fila nadie le compró y se aleja unos metros, pero no se va. Ella también debe esperar.

Minutos después llega una familia cuyos integrantes bajan apresuradamente de un taxi. Les dijeron que aquí venden tanques, pero en la fila se enteran que la espera es larga y para su enfermo el oxígeno es vital.

La revendedora entra en acción y ellos están dispuestos a comprar el tanque que ella ofrece, se los lleva a su auto (una camioneta de reciente modelo) y saca de la cajuela un tanque completamente nuevo, las piezas aún envueltas en plástico. Un par de personas rompen la fila y se lanzan a la aventura de adquirir oxígeno con ella y terminar con la espera. Un tercero hace lo mismo y ella precisa: “¿Cuántos quiere?, ya sólo me quedan dos” y dice al grupo: “Anoten mi teléfono, tengo más en casa, vivo por Coapa”.

En minutos concretó la venta de cuatro tanques, 32 mil pesos, antes de las 2 de la tarde. A esa hora, la fila para Medical Future Life seguía nutriéndose; la mujer se fue, seguramente para traer más oxígeno, tan difícil de conseguir en estos tiempos de COVID.