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“Hoy, Brasil empieza a liberarse del socialismo y de lo políticamente correcto”: Jair Bolsonaro

El ultraderechista Jair Bolsonaro se da un baño de masas en su toma de posesión como Presidente: lanza un claro mensaje contra el PT y defiende valores conservadores y la tenencia de armas

“Hoy, Brasil empieza a liberarse del socialismo y de lo políticamente correcto”: Jair Bolsonaro

“Hoy, Brasil empieza a liberarse del socialismo y de lo políticamente correcto”: Jair Bolsonaro

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Brasil estrenó ayer el 2019 entrando de lleno a una nueva era política con la llegada al poder del ultraderechista Jair Bolsonaro. Primero juró la presidencia ante el Congreso, y luego se dio un baño de masas, ante cerca de 130 mil seguidores en Brasilia, en un discurso que contó con la vigilancia policial en un despliegue histórico de 12 mil agentes.

El capitán del ejército brasileño en la reserva arranca su mandato de cuatro años con una popularidad de alrededor del 65 por ciento, después de ganar las elecciones de octubre en un proceso electoral marcado por la ausencia del gran favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado por corrupción.

En un discurso de apenas diez minutos ante el Parlamento, cuando lo habitual en otros presidentes era una hora, Bolsonaro marcó las líneas maestras de su gobierno. Así, insistió en las promesas que marcaron su candidatura: Una férrea postura anticorrupción, sobre la que prometió “liberar definitivamente al país del yugo de la corrupción, de la violencia y de la sumisión ideológica”.

LIBRE MERCADO Y ANTIPETISMO. Y pese a que insistió en que gobernará para “servir a los brasileños" y no a “intereses partidarios", “sin ideologías", el nuevo mandatario hizo especial hincapié en que, con el inicio de su mandato, Brasil ha comenzado a “liberarse del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto", para “restablecer los valores éticos y morales" que, a su juicio, comparte la mayoría de la sociedad.

Esto, en una clara referencia a los casos de corrupción que han rodeado a los anteriores gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), tanto con Lula como con su sucesora, Dilma Rousseff.

En lo económico, el ultraderechista se comprometió a impulsar reformas estructurales que permitan acabar con un crónico déficit fiscal. También reiteró que se propone abrir los mercados internacionales para las exportaciones brasileñas, con especial atención al sector agropecuario, motor de la economía nacional.

También reiteró su promesa de flexibilizar las leyes que restringen la compra de armas de fuego, para que, en un país con cerca de 60 mil asesinatos al año, los “ciudadanos de bien” puedan “defenderse”, según dijo.

GIRO DIPLOMÁTICO. La investidura de Bolsonaro supone un espaldarazo a las relaciones de Brasil con EU, puesto que el mandatario ha manifestado que profesa admiración a Donald Trump y, de hecho, ayer en su investidura se pudieron ver carteles mencionando al presidente estadunidense. También se vieron banderas de Israel, en un momento en que los dos países pretenden iniciar una novedosa relación de amistad.

A la investidura acudieron delegaciones de sesenta países, entre los que figuraban algunos líderes latinoamericanos, como los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera, o Uruguay, Tabaré Vázquez. También acudieron el canciller de EU, Mike Pompeo; los primeros ministros de Israel, Benjamín Netanyahu, o de Hungría, Viktor Orbán; así como el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza.

La ausencia más notoria fue la del presidente venezolano, Nicolás Maduro, a quien Bolsonaro retiró la invitación que había cursado el gobierno saliente de Michel Temer.