El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, causó revuelo ayer en el país por unas declaraciones que hizo en sus redes sociales tras una reunión del gobierno. “Israel no es un Estado de todos sus ciudadanos. De acuerdo con la Ley Básica que hemos aprobado, Israel es el Estado Nación del pueblo judío, y sólo suyo”, publicó Netanyahu en plena campaña electoral ante los comicios del 9 de abril.

El comentario llegó a raíz de las críticas contra la secretaria de Cultura, Miri Regev, que presentó como una amenaza para Israel una posible alianza entre la coalición centrista Azul y Blanco, que lidera las encuestas por delante del Likud de Netanyahu, y partidos árabes.

La Ley del Estado Nación, aprobada el año pasado y calificada de racista, otorga el derecho de autodeterminación sólo al pueblo judío y retira el estatus de cooficialidad a la lengua árabe.

El 20 por ciento de la población de Israel es árabe.

Además, este domingo, la formación antisistema Yashar presentó en Jerusalén un mural con imágenes de los principales líderes israelíes haciendo gestos obscenos a los transeúntes. En la imagen, Netanyahu en el centro, Avi Gabai a la derecha y Benny Gantz, líder de Azul y Blanco, a la izquierda.