El senador Mitt Romney anunció este martes que votará a favor del candidato que el presidente de EU, Donald Trump, proponga para la Corte Suprema, sin esperar a que lo haga el ganador de las elecciones del 3 de noviembre.

Se rompe así la esperanza de que el Romeny, uno de los republicanos más críticos con el mandatario, se sumara a las dos senadoras republicanos que anunciaron que votarán en contra, ya que consideran poco ético que se elija un cargo vitalicio para la Corte Suprema, cuando falta poco más de un mes para las elecciones.

Para que el presidente Trump no se salga con la suya y no logre imponer, por tercera vez, un candidato conservador en la Corte Suprema, necesita que al menos cuatro senadores republicanos voten en contra.

La cámara alta de EU -compuesta por cien escaños- está controlada por los republicanos, que ocupan 53 asientos, por lo que, para que el presidente pueda sacar adelante su nombramiento, se necesitan 51 votos. En caso de empate, el vicepresidente de EU, Mike Pence, quien a la vez es presidente del Senado, intervendría para emitir un voto de desempate.

Aparte de Romney, los demócratas tenían la esperanza de que otros dos senadores del ala moderada del partido, Cory Gardner y Chuck Grassley, se negaran a elegir a ningún candidato antes de las elecciones, siguiendo el camino de sus compañeras Susan Collins y Lisa Murkowski, pero ambos, que se juegan la reelección en la votación parcial al Senado en noviembre ya han anunciado que votarán lo que diga Trump.

En consecuencia, la posibilidad de que Estados Unidos cuente en pocas semanas con una Corte Suprema compuesta por seis jueces conservadores y tres progresistas es cada vez más cercana.