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Rosario Ibarra devuelve presea, hasta que hallen a todos los desaparecidos

Deja la Medalla Belisario Domínguez “en custodia” del presidente López Obrador. La activista no asistió, pero mandó una carta con sus hijas. “Se hará todo lo humanamente posible”: AMLO.

Deja la Medalla Belisario Domínguez “en custodia” del presidente López Obrador. La activista no asistió, pero mandó una carta con sus hijas. “Se hará todo lo humanamente posible”: AMLO.

Rosario Ibarra devuelve presea, hasta que hallen a todos los desaparecidos

Rosario Ibarra devuelve presea, hasta que hallen a todos los desaparecidos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Rosario Ibarra de Piedra devolvió la presea Belisario Domínguez que le fue otorgada por el gobierno de la 4T, a efecto de que quede “en custodia” del presidente Andrés Manuel López Obrador. La luchadora social no la recibirá hasta que se encuentre a todas las personas desaparecidas por parte de autoridades gubernamentales.

“No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia a tan preciado reconocimiento y te pido que lo devuelvas junto con la verdad sobre el paradero de nuestros queridos y añorados hijos y familiares, y con la certeza de que la justicia anhelada por fin nos ha cubierto con su velo protector, seguiremos hasta encontrarlos”, expuso Rosario Ibarra de Piedra a través de una misiva leída por su hija.

Con la presencia del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el Senado de la República entregó la Medalla Belisario Domínguez a la activista Rosario Ibarra de Piedra, quien por su estado de salud no pudo estar presente, y encargó a su familia leer la carta de devolución.

En entrevista posterior, López Obrador se comprometió a cumplir esa encomienda y hacer “todo lo que humanamente sea posible para dar con los desaparecidos”.

“Sabré cumplir con su encomienda; sabré cumplir a la altura de las circunstancias”, aseveró.

—¿Lo detiene algo hasta ahora?

—Nada, soy libre como es del dominio público, no puede haber ningún grupo de interés que impida el conocer toda la verdad sobre las desapariciones, crímenes que se cometieron durante los gobiernos autoritarios.

Poco antes, en la máxima tribuna del Senado, Claudia Piedra Ibarra leyó el discurso de su madre, donde relata las vicisitudes que ha pasado a lo largo de 40 años desde que su hijo, Jesús Piedra Ibarra, fue sujeto de desaparición forzada por razones políticas el 18 de abril de 1975, lo que la llevó a formar el comité Eureka.

Fue ahí donde aprovechó para hacer un reclamo al gobierno de López Obrador, a quien reprochó que, contrario a lo que pensaban, se mantienen las burlas y el escarnio de algunos funcionarios de Gobierno hacia el movimiento de quienes indagan el paradero de sus hijos o familiares a varias décadas de que los secuestraron o desaparecieron.

“Señor Presidente, no permitas que la violencia y la perversidad de los gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia”, indicó Claudia Piedra Ibarra .

En la carta que envió Ibarra de Piedra, retoma un comentario de uno de sus nietos, quien la felicita por su Medalla, pero le aclara que esa Presea “está muy lejos de ser lo que ella siempre ha buscado. Sé que lo único que quieres es saber de tu hijo, al igual que todas las demás familias. Tengo rabia e indignación porque sé que llevan más de 40 años para que un gobierno justo llegara y buscara junto con ustedes a sus hijos, padres y hermanos, y por fin terminara con esa angustia que tanto las agobia y que poco a poco ha aniquilado su existencia”.

“Pero ¿qué ha pasado?” —agrega el nieto— según relata Ibarra de Piedra. “Más de un año  de este gobierno que creyeron firmemente que sería el añorado y con el cual no habría ningún obstáculo que salvar o algún acuerdo que negociar como en antaño, pero no ha sido así”.

“La justa ira de mi nieto es el resultado de saber que las familias de Eureka hoy seguimos igual que hace tantos años, siendo escarnio y burla de los funcionarios; la libertad de nuestros hijos y familiares, la justicia, la dignidad del pueblo y la paz siempre han sido nuestras metas claras, diáfanas, esplendorosas y que no admiten matices”, acusó.

Estallaron los gritos que han sido un estandarte del comité Eureka a lo largo de 40 años de lucha: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, una, dos, 15 o 20 veces retumbó este grito en la vieja Casona de Xicoténcatl, que fue la antigua sede del Senado de la República.