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Rotundo fracaso en la segunda cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un

EU y Corea del Norte negociaron durante semanas una declaración conjunta que incluiría avances en materia de desnuclearización a cambio de un modesto relajamiento de las sanciones económicas.

EU y Corea del Norte negociaron durante semanas una declaración conjunta que incluiría avances en materia de desnuclearización a cambio de un modesto relajamiento de las sanciones económicas.

Rotundo fracaso en la segunda cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un

Rotundo fracaso en la segunda cumbre entre Donald Trump y Kim Jong-un

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La segunda cumbre entre el presidente estadunidense Donald Trump, y el dictador norcoreano Kim Jong-un, terminó ayer antes de lo previsto debido a un profundo desacuerdo en la negociación para desnuclearizar Norcorea.

La segunda jornada de la cumbre de Hanói, Vietnam, comenzó con señales de sintonía entre los dos líderes, pero se cerró abruptamente sin la firma de la declaración conjunta que habían negociado ambas partes y con la admisión de Trump de que es posible que no vuelva a reunirse con Kim en “mucho tiempo”.

Según el presidente estadunidense, Kim le ofreció desmantelar el centro de investigación nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas, pero a cambio pidió un levantamiento de sanciones que Washington consideró inaceptable.

“Básicamente ellos querían que levantáramos las sanciones de forma íntegra, y nosotros no podíamos hacer eso. Estaban dispuestos a desnuclearizar una gran parte de las áreas que queríamos, pero no podíamos levantar todas las sanciones a cambio de eso”, explicó Trump.

“Teníamos papeles preparados para firmar, pero simplemente no era lo adecuado. Prefiero mil veces hacerlo bien que hacerlo rápido”, recalcó Trump antes de volar de regreso hacia Washington.

EU y Corea del Norte negociaron durante semanas una declaración conjunta que incluiría avances en materia de desnuclearización a cambio de un modesto relajamiento de las sanciones económicas.

Se rumoreaba, además, que Trump y Kim podrían firmar una simbólica declaración de paz en la península coreana, técnicamente en guerra desde 1950, y que abrirían oficinas “de enlace” en sus respectivas capitales.