La epidemia de COVID-19 ha costado la vida en México a 15 presbíteros, 4 diáconos permanentes y una religiosa, de acuerdo con un informe presentado por el Centro Católico Multimedial, CCM, y para orar por ellos y todo el clero, se lleva al cabo una Jornada Nacional de Oración por los sacerdotes mexicanos, que inició el 4 de junio y finalizará el 19 de este mes, y que es convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Algunos de los sacerdotes fallecidos tenían sus parroquias en Puebla, Nezahualcóyotl e Iztapalapa, las zonas más impactadas. Ellos son: Rodolfo Rodríguez Reza, de la Arquidiócesis de México; Miguel Ángel López Alarcón, de Texcoco; Jesús Hernández Rubio, de Tlalnepantla; Rene Flores Colín, de la Pastoral indígena de Atlacomulco; José Luis Téllez García, quien durante muchos años ha prestado su servicio en la Pastoral Penitenciaria; Juan Francisco Espino y Joaquín Fausto Silva de Puebla, y el diácono Trinidad Cervantes, de Iztapalapa.

Con toda la República Mexicana pintada de rojo en el mapa de riesgos ante los contagios, la Arquidiócesis Primada de México organizó un taller para manejar el duelo a causa de esta pandemia dirigido a todas aquellas personas que tienen necesidad de reflexionar sobre las pérdidas humanas que, al momento de escribir esta nota, es del orden de 13 170 fallecimientos.

Se tiene planeado organizar para este mes de junio otros talleres virtuales sobre tanatología, no tan solo relacionado a la pérdida de vidas humanas, sino también de empleos y de un cumulo de circunstancias, como es el hecho de estar confinados en los hogares con grandes limitaciones de libertad.

Según algunos especialistas, las dolorosas etapas de la pérdida, en general, son la negación, el enojo, el regateo, la negociación, la depresión y una tristeza profunda para llegar finalmente a la aceptación.

Al estar el semáforo nacional en rojo, en los templos aún no se celebran oficios religiosos públicos y por lo tanto, los fieles extrañan la asistencia a las misas y la recepción de sacramentos como el de la penitencia y la eucaristía. Se han tenido que posponer bautismos, bodas, y en muchos casos, la unción de los enfermos, no obstante, hay grupos de sacerdotes que están prestando estos servicios y visitan hospitales con las mayores medidas de seguridad posible.

Ya se avecina celebraciones religiosas de importancia como es el caso de la fiesta de Corpus Christi, y de momento, las más de 80 diócesis del país aún no han notificado con claridad que se hará con esta misa que es de gran tradición en la Iglesia y forma parte de nuestras tradiciones, teniendo su origen en el siglo XVI.

Los medios de comunicación y las redes sociales siguen teniendo un papel muy importante en la difusión de las misas dominicales, y aun en las de entre semana, así como en el rezo de laudes, el rosario, la Coronilla de la Misericordia y otras actividades cotidianas y que, en algunos templos, cuenta con gran asistencia de fieles.

En alagunas entidades, como es el caso de la Arquidiócesis de Morelia, en Michoacán, se han realizado campañas de sanitización de templos parroquiales, con la participación de Cáritas.

Carlos Villa Roiz