Opinión

Salud de cuerpo y alma

Salud de cuerpo y alma

Salud de cuerpo y alma

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Debemos estar a favor de la salud no en contra de la enfermedad, que no es lo mismo. Pensar en la salud, inclinar nuestras emociones hacia ella, visualizarnos con fuerza y vigor, y dedicarnos a vivir con alegría, es la mejor manera de mantener alejadas las enfermedades.

Está reconocida la influencia del poder de la mente en nuestra salud y en nuestra felicidad.

El optimismo y los pensamientos positivos nos protegen de las enfermedades, en especial las del corazón. Las personas positivas enferman menos y viven por lo general más tiempo que las negativas, depresivas, o aquellas que siempre están disgustadas, porque tienen mas deseos de vivir y por tanto más posibilidades de sanar con mayor rapidez.

Estas personas sólo tienen en la mente la alegría, el positivismo, la esperanza, los planes y anhelos para el futuro y, por supuesto, todo eso les ayuda a tener una mejor salud.

Enfrentar la enfermedad con una actitud positiva a pesar de lo que nos muestra la vida en contra, ayuda al restablecimiento del paciente de forma que en muchos casos podría llamarse milagrosa. Esto también ayuda a la familia del enfermo la que al verlo enfrentar su reto con una sonrisa y con grandes deseos de sanación no puede mas que admirarlo y apoyarlo con el mismo buen ánimo a su recuperación. Este grupo de personas incluso alcanza a ver la gran prueba de la enfermedad como una oportunidad de aprendizaje, en donde se manifiestan enormes lecciones de afecto y solidaridad de los miembros de la comunidad, quienes brindan lo mejor de sí mismos para hacernos sentir bien.

Por el contrario, hay personas que al enfermar se convierten en neuróticos y acaban enfermando a toda la familia con sus actitudes negativas. Acaban deprimiéndose y teniendo un comportamiento errático.

Las personas conflictivas sufren mucho más que las positivas cuando pierden la salud.

Recordemos que no podemos evitar determinados acontecimientos en la vida, pero sí podemos decidir y controlar de qué manera enfrentarlos.

Lo que conduce al bienestar es la alegría, la tranquilidad y la paz. De hecho su conjunción es el bienestar mismo. Sin embargo, pocos podemos caminar hacia ello debido a que nos dejamos influir mucho por los factores externos. Si nos quisiéramos más y reflexionáramos aislándonos un poco más del ruido exterior, es muy posible que lográramos este objetivo. Como nuestra vida depende de las propias decisiones que tomamos, entonces el estar y mantenernos física y emocionalmente bien también es en gran medida una decisión de nuestra parte.

Quién está dedicado a apreciar la vida de tiempo completo no tiene tiempo para lamentaciones.

Nuestra vida sólo va para adelante. Lo que no hagamos hoy por nosotros ,mañana será demasiado tarde, sobre todo en lo que se refiere al cuidado de la salud.

Atender estos dos aspectos. El cuidado del cuerpo para su buen funcionamiento y el cuidado del alma para su engrandecimiento.

(la una para la vida exterior la otra para la vida interior) son la clave para una existencia en plenitud.