El actual presidente español en funciones, el socialista Pedro Sánchez, afronta hoy el inicio de su proceso de investidura con la garantía de que cuenta con los votos necesarios para lograr ser reelegido como presidente, formando el primer gobierno de coalición en la historia de España, junto al izquierdista Podemos, liderado por Pablo Iglesias.

Esto, después de que este viernes los independentistas vascos de EH Bildu, así como el partido Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y los nacionalistas canarios de Coalición Canaria acordaran con sus bases apoyar la investidura de Sánchez.

El camino para el líder socialista, sin embargo, ya se había allanado el jueves, cuando los independentistas catalanes de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) aprobaron también respaldar a Sánchez.

Sin embargo, de estos cuatro partidos sólo el BNG resolvió votar “Sí” a la investidura del presidente en funciones, los diputados de las demás respaldarán su candidatura a presidente a través de una abstención.

Y es que Sánchez no será presidente hoy mismo, cuando se celebre la primera votación, puesto que en ésta, la elección del presidente debe hacerse por mayoría absoluta, de al menos 176 diputados.

Actualmente, Sánchez cuenta con 167 votos a favor, 164 en contra y 18 abstenciones, lo que, ahora sí, le garantizará la elección en la segunda votación, que se celebrará el martes, cuando la investidura se puede aprobar sólo con mayoría simple.

LA DERECHA ATACA ACUERDOS DE SÁNCHEZ. Por otra parte, la Ejecutiva Federal del PSOE dio luz verde ayer el acuerdo alcanzado con los independentistas catalanes de ERC el jueves, cuya abstención era la auténtica clave para que Pedro Sánchez pueda seguir como presidente español.

Sin embargo, este acuerdo ha sido duramente criticado por los sectores de la derecha política nacionalista española, como el Partido Popular, Ciudadanos o los ultras de Vox, quienes acusan al líder socialista de atentar contra la soberanía nacional y de ser un cómplice de los independentistas.

EL PACTO CON INDEPENDENTISTAS CATALANES. El acuerdo alcanzado con ERC contempla la puesta en marcha de un espacio de negociación, que tiene que conformarse en 15 días desde la formación del gobierno, y una mesa que podrá consensuar medidas que después los catalanes refrendarán o no, mediante una consulta.

En ese sentido, el “número dos” del PSOE, José Luis Ábalos, insistió ayer en dejar claro que esa consulta “no es un referéndum de autodeterminación” para Cataluña y recalcó que “no cabe nada fuera de la Constitución”.