Uno de los trabajos mas destacables del Estado de Tlaxcala en materia de turismo sostenible es el impulso al santuario de la luciérnaga en los municipios de Nanacamilpa y Calpulalpan. Desde el año pasado la entusiasta secretaria de Turismo de la entidad, Anabel Alvarado, advirtió la necesidad de darle un sentido turístico al sitio que permitiera la protección a la luciérnaga. Como nunca en la historia de la región comenzaron las capacitaciones, la inversión en infraestructura que permitiera el adecuado flujo de los visitantes sin que lastimen el santuario, determinando una capacidad de carga del sitio; es decir, cuanta gente máximo puede recorrer los senderos al mismo tiempo y en un mismo día, etc.

Un modelo social sumamente atractivo e inspirador. Las hectáreas que conforman los ejidos donde sucede el fenómeno del avistamiento de las luciérnagas son parte de una comunidad forestal sustentable regulado por la CONAFOR, y un lugar donde la tala ilegal no es la pesadilla de las familias de la región como si lo es para otros estados colindantes. Para ello el turismo ha significado una pieza vital, ya que es una actividad en la que los que participan son principalmente familiares de los ejidatarios y mientras un grupo de ellos se dedican al aprovechamiento forestal sustentable otros a la actividad turística, para ello existen amplias áreas que han destinado voluntariamente a la conservación que trabajan coordinadamente con la CONANP y con SECTUR para la práctica de turismo de naturaleza.

Esta actividad se realiza durante la temporada en que las luciérnagas se aparean en el transcurso de 60 días que regularmente comienza en el mes de junio y termina a finales de agosto. La temporada de este año significaba la consolidación del producto turístico pero derivado de la pandemia el día de ayer la Secretaria Anabel Alvarado se vio imposibilitada de ver aterrizado toda su labor al responsablemente anunciar la suspensión definitiva de la temporada 2020 hasta la del próximo año.

Sin embargo es de reconocer que a pesar de ello el Estado se ha planteado la visión de fortalecer este proyecto para que sea líder en la oferta de turismo de naturaleza del país y no sólo se limitará al esfuerzo del manejo de visitantes, sino que iniciará todo un modelo de turismo regenerativo para fomentar los viajeros que buscan aprender del trabajo comunitario, así como un turismo pedagógico para que la misma gente que viaje pueda aprender de la magia biológica del ecosistema de la luciérnaga y sus guardianes, los habitantes. Con esto se plantea fortalecer durante todo el año la identidad bio-cultural de la región a través de proyectos estratégicos y una promoción de nichos de mercado especializados.

Aunado a ello la secretaria ha puesto valientemente un tema sobre la mesa al cual no se puede hacer oídos sordos, los prestadores turísticos nacionales en su mayoría llevan un turismo masivo que en realidad deja poco beneficio a la población local ya que llevan camiones de fuera del estado, con comida para llevar y salvo el pago por la entrada; consumen poco, la minoría se queda a pernoctar y frente a ellos compiten los prestadores de servicios locales que son los principales preocupados por la preservación de la región y quienes buscan ampliar la pernocta en la zona para que haya una distribución más equitativa de la captación de divisas turísticas. Esto sucede de igual manera en muchas otras zonas turísticas del país que sin duda deberá ser analizado, revisado y eventualmente resuelto.

Cierro con una breve fábula de una pequeña luciérnaga que no quería salir a volar con sus familiares, preocupada, la abuela le preguntó -¿qué le sucedía?- a lo que ella replicó - me da vergüenza, cómo voy a salir a brillar si la luna ya lo hace en el cielo, ¿que soy frente a ella?- la abuela enternecida le dijo -la luna no lo hace con su luz, sino con el reflejo del sol, en cambio tú lo puedes hacer siempre con tu propia luz-. Así, Tlaxcala busca iluminar la noche desde el bello santuario de la luciérnaga.

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