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Sembrando Vida: tractores imaginarios, semilla podrida, amenazas…

“¿Cómo 225 pesos por una pala que en la zona la podíamos conseguir en 122 pesos y al menudeo?”, pregunta un campesino. Se descubrieron depósitos anómalos a operadores del programa. “No puedo hacer nada”, respuesta del delegado Manuel Huerta

Sembrando Vida: tractores imaginarios, semilla podrida, amenazas…

Sembrando Vida: tractores imaginarios, semilla podrida, amenazas…

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Han pasado seis meses y los campesinos, entre ruegos, danzas y veladoras, aún anhelan ver crecer los limoneros…

“Nos dieron 20 mil pesos para la semilla y, apenas cayó el recurso, los dirigentes ya andaban sobre nosotros: que ya tenían al proveedor, que muy bueno. El chiste es que nos convencieron y les dimos el dinero. Tardaron mucho tiempo en entregar y, cuando lo hicieron, era una porquería. La de limón venía podrida, pura cáscara, recorte y aún estamos rezando para que nazca”, cuenta don Jonás, agricultor del norte de Veracruz.

Por avaricia de algunos operadores, el programa Sembrando Vida, útil para la reactivación de parcelas olvidadas, se ha ensombrecido con tractores imaginarios, palas y carretillas a precios inflados o semilla picada. Los atropellos giran en torno a los llamados “apoyos económicos adicionales” para compra de insumos, incluidos en las reglas de operación.

La “oferta” de una pala cuadrada en 225 pesos: “a precio de mayoreo”, alardeaban proveedores a modo, puso en acción a Héctor del Ángel, del Centro de Aprendizaje Campesino (CAF, unidad básica de 25 a 30 sembradores) Nuevo Amanecer, en la comunidad veracruzana de Ozuluama. Comenzó a preguntar costos en el pueblo y alrededores.

Los timados eran más de 500 CAC´s en la coordinación territorial…

-¿Cómo 225 pesos por una pala que en la zona la podíamos conseguir en 122 pesos y al menudeo? Si la compra iba a ser masiva, a fuerzas costaba menos -cuenta.

En la promocionada e impuesta lista oficial, además de palas cuyo valor se duplicaba, se incluían: mil 295 por una carretilla, mil 575 por un aspersor y 2 mil 545 por un cazo. Para herramienta de la misma calidad con una proveedora local, la cotización era la siguiente: mil 007 pesos por la carretilla, mil 117 por el aspersor y 922.90 por el cazo.

“Nos querían sangrar con una cotización de 9 mil 998 pesos, cuando por fuera nos salía todo en 6 mil 500”.

-¡No hay que comprar con ellos! -decía la mayoría de los sembradores en el CAC.

-Sí, hay que depositarles los 10 mil pesos -los convenció Héctor -. Para tener evidencia de los atropellos, por si algún día hace falta.

El depósito -hubo cientos en diferentes grupos- se hizo a favor de Jesús Herrera Herrera, una persona originaria de Perote y quien, según los denunciantes, era cercana a Emmanuel Randú Ortiz Herrera, coordinador territorial, a su vez colaborador de Manuel Huerta Ladrón de Guevara, superdelegado en el estado.

Con la semilla, la historia fue similar…

“Nos querían enjaretar guanábana y pimienta, decían que así lo marcaba el programa, pero cuando revisamos los papeles no encontramos nada. En nuestro Centro optamos por semilla de papaya: estaba certificada y era idónea para las condiciones climáticas. El coordinador y los facilitadores mandaron a los técnicos como caballitos de batalla para presionar a los beneficiarios: si no se cumplían sus órdenes, teníamos que regresar el dinero”.

Héctor, cansado de injusticias, dijo en una reunión: “Aquí no vengan a ponernos el dedo en la boca, si en su tierra están acostumbrados a manejar a la gente a su antojo, aquí en el norte de Veracruz somos otra cosa”. Como pudo, consiguió el número telefónico del superdelegado Manuel Huerta.

-Le llamé a finales del año pasado, y sí me contestó. Le platiqué lo de la herramienta y le mandé todas las pruebas.

-¿Qué le contestó?

-Que era política… ¿Cómo política?, respingué, si somos simples sembradores, no estamos en ningún partido, sólo que tenemos abiertos los ojos, no somos tontos ni esclavos.

A los pocos días, Héctor fue notificado de su baja del programa.

“¿Cuál es la causa?, pregunté. Dijeron que yo estaba interfiriendo en los planes. Volví a llamar al superdelegado: sólo me dijo que si me sentía agraviado, presentara una denuncia. Para entonces, ya había enviado un escrito a la Secretaría del Bienestar. Al final, me comentó: ´no puedo hacer nada´. ´Si no puedes hacer nada, iré con tu jefe o con quien sea´, le reviré´. Así defendí mi derecho a seguir en el programa”.

En otros CAC´s, la factura a nombre de Jesús Herrera salió todavía más elevada: los campesinos debieron completar 203 pesos de su bolsa. El logo, descubrieron, había sido sacado de Internet, y carecía de oficinas, dirección y número de contacto.

De los 20 mil pesos para la semilla, 17 mil fueron para la razón social Ageo Barradas Flores: “Según era certificada, pero terminaron pidiéndonos que lleváramos bolsitas de plástico y así la dieron, era una cochinada recogida de la basura”, cuenta Flor, sembradora de Tampico el Alto. Los 3 mil restantes fueron para una empresa fantasma de nombre Fe Toss Quesada, por concepto de semilla de bambú, “pero nunca llegó. ¿Cuánto es 3 mil pesos por casi 600 CAC´s? Hubo a quien le hicieron firmar hojas en blanco y le entregaban lo que ellos querían. Unos le depositaron a un técnico; otros a una tal contadora que resultó ser prestanombres de Sembrando Vida”.

Ya organizados, alzados, los campesinos fueron detectando más huellas de desvío: fletes cobrados en 400 o 500 pesos en vehículos oficiales; venta de equipo a ganaderos, con el membrete del programa, y la imposición de la compra de un tractor por 1 millón 250 mil pesos. “No lo quisimos aceptar, porque el dinero tenía que salir de las familias, y nos acusaron de que estábamos en contra del progreso. Al paso del tiempo unos técnicos nos dijeron: ´qué bueno que no aceptaron lo del tractor, porque era mentira; en realidad ellos estaban negociando su donación con Financiera Rural; les iba a salir gratis y se los querían vender´. Cada campesino iba a tener que pagar 50 mil pesos, con el módico interés del 18 por ciento”, relata Víctor Ramírez, del CAC Costa Azul, en Pánuco.

“La malla sombra fue lo mismo. Nos la vendieron del mismo programa. Los operadores, muy buenas personas, se encargaron de todo y luego nos andaban presionando: que ya había de comprarla, porque iba a venir a supervisar el delegado Manuel Huerta. Nuestra sorpresa fue que terminamos depositándole al hermano del facilitador Alán Danilú Rebolledo López, y hay evidencias: la ficha de transferencia a nombre de Leonardo de Jesús Rebolledo López”.

-Llegaron casi 200 rollos de malla sombra que escondieron en una bodega. Eran parte de los apoyos adicionales del programa. No nos habríamos dado cuenta si no es porque algunos técnicos nos confirmaron que al apoyo era gratuito, pero a nosotros nos la vendieron de cuates: dinero en efectivo y ni recibo nos dieron -revela Héctor Ayala, de Sembradores para el Futuro, en Pánuco.

Su CAC terminó por oponerse a la compra obligada de hidrogel a base de sodio, con un costo de 4 mil 500 pesos. “Le iba a dar en la torre a nuestras plantas, pero como nos negamos, comenzaron asedios y descalificaciones. Ahora nos dicen las manzanas podridas”.

Él y otros campesinos investigaron a fondo al proveedor de semilla: Ageo Barradas Flores. “Era un domicilio particular, sin logotipo ni rótulo ni nada. ¿Una empresa que se dice proveedora de semilla a nivel nacional y no aparece? Luego se supo que un facilitador estaba metido ahí. No se vale. El programa es efectivo: ha servido para que gente pobre, que antes no tenía recursos para trabajar, reviva su tierra, lo malo son los dirigentes a ras de suelo que roban y mienten. Ya que nos dejen trabajar en paz”…

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LO QUE DICEN LAS REGLAS DE OPERACIÓN

3.6 Tipos y Montos de Apoyo: “Las/los sujetos de derecho del Programa contarán con los siguientes apoyos: 1. Apoyo económico ordinario, y en su caso, se deberá otorgar apoyo adicional, depositado directamente a sus cuentas bancarias”.

LAS ENTIDADES CON MÁS SEMBRADORES

Chiapas: 81,412

Veracruz: 74,782

Tabasco: 56,420

Oaxaca: 29,224

Durango: 19,866

Fuente: Secretaría del Bienestar