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“Si el coronavirus no me mata, sí moriré de hambre"; crónica de la gente que vive al día

Cynthia vende sus tacos de canasta en el pasaje Las Américas, que une las líneas 1 y 2 del Mexibús, en Ecatepec, y ve con preocupación que esta situación empeore y no le alcance ni para frijoles.

“Si el coronavirus no me mata, sí moriré de hambre

“Si el coronavirus no me mata, sí moriré de hambre"; crónica de la gente que vive al día

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“Si el coronavirus no me mata, sí moriré de hambre; en esta semana la falta de clientes fue del 90 por ciento y en cuatro horas sólo he vendido 20 pesos de tacos de canasta”, dice Cynthia, quien ante la falta de sus asiduos comensales reprocha a los gobiernos municipal de Ecatepec, del Estado de México y al federal, el no ayudar a quienes sobreviven con el comercio informal ante esta contingencia sanitaria, que se prolongará, según las estimaciones, poco más de un mes.

Cynthia vende sus tacos de canasta en el pasaje Las Américas, que une las líneas 1 y 2 del Mexibús, en Ecatepec, y ve con preocupación que esta situación empeore y no le alcance ni para frijoles.

“Yo invierto 600 pesos en mi canasta con poco más de 150 tacos, gano 200 pesos libres e invierto 400 pesos diarios. Ahora con lo de este virus, sin los chavos de las escuelas ni los trabajadores de las obras cercanas o los oficinistas, mis ventas están casi en cero. Yo me instalo a las 8 de la mañana y a las 12 del día ya casi vendí 500 pesos. Ahorita, pasa del mediodía y sólo he vendido 20 pesos. No sé qué voy a hacer, pues tengo que sacar la venta”.

La joven de 28 años asegura que no cuenta con ningún apoyo de las autoridades de los tres órdenes de gobierno. “Son puras mentiras de que nos van a ayudar. Fueron los de Morena que disque a tomarnos datos para una credencial del Bienestar. Fueron una vez y no se volvieron a parar más. Y del Estado de México y del lado del presidente López Obrador son puros habladores, prometen y no cumplen. De los dichosos créditos que van a dar, no se sabe ni cómo ni cuándo los van a entregar, es puro bla bla bla”, señaló.

Cynthia es una de las más de 32 millones de personas económicamente activas que laboran en la informalidad, según cifras del 2019 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

CÉSAR. Con 29 años de edad y ocho años dedicado a realizar múltiples trabajos, entre ellos el de franelero, César, quien auxilia en uno de los cruceros viales en Jardines de Morelos, en Ecatepec, dice que “por ahora no me ha bajado la chamba, ya que siempre hay carros o camiones a los hay que avisar en qué momento pueden pasar, pero si esto del virus aumenta y baja el trabajo, pues sí va a estar canijo. Yo vivo de esto o a veces hago chambitas de plomería, pero sencillas, nada complicado; o como ayudante de albañil ayudo a un “maistro" de obra, pero no es siempre. Si esto arrecia no me voy a enclaustrar, tengo que llevar pa' la papa al cantón. Aquí o te la rifas para sacar para el chivo (la comida) o te mueres de hambre".

César asegura que ve en las noticias que el Presidente llama a quedarse en sus hogares y no salir para no contagiarse por lo del virus, pero “si él (Andrés Manuel López Obrador) viviera las cosas que enfrentamos toda la tropa, la prole, que vamos al día y que si te encierras pues no comes y pues la familia tiene que echar taco, tener algo en la panza, y si te quedas en casa sin hacer nada, ¡pues estamos jodidos! Como siempre ocurre, llegue quien llegue y te prometan que el cambio, que ya no hay corruptos y que hay mejoría… ésas son mentiras. Aunque sea pa’ frijoles habrá en el chante (casa) y tendré que salir, aunque sea a vender dulces o algo, aunque sean diez varitos he de llevar pa’ tortillas, pero si el gobierno no ayuda, ¿tú crees que me voy a encerrar?, pues no”.

DON FERMÍN. Con 64 años de edad, don Fermín atiende un puesto de dulces en el pasaje Las Américas, en Ecatepec, y no oculta su enfado por la nula ayuda de las autoridades en estos momentos de contingencia sanitaria. “Estamos a la buena de Dios y en que esto del virus se arregle pronto, si no, no me quiero imaginar qué pasará con mi gente. Soy el sustento de mi familia, tengo a mi esposa, dos hijas y tres nietos y hay que salir diario a ganarse los centavos, no hay de que “hoy no voy". Para mí no existen los días de descanso; cuando no estoy aquí, voy a la placita de Jardines de San Cristóbal, cerca de la casa y donde hay varias escuelitas. Ahorita por lo de este bicho (coronavirus) pues no hay niños en las escuelas y por eso estoy acá, pero también las ventas están muy flojas, casi no he vendido y si saco algo a lo mejor será para el pasaje, pero no más."

Don Fermín reprocha que las autoridades no les ayuden como han prometido. “Nadie del gobierno te brinda la mano, son puros cuentos. A mí me entregaron un papel que disque con ése podría ir a cobrar al banco una feria (dinero) y cuando fui al banco de plano me dijeron que las personas del dichoso Bienestar me deberían dar una tarjeta para poder cobrar. Fui a pedirla ¿y sabe qué me dijeron?, que me la llevarían a mi casa. De eso hace más de medio año y no hay nada. Son puras mentiras”.

DOÑA ESTELA. “Trabajo de lunes a viernes, y a veces un rato el sábado, haciendo los quehaceres en una casa en Los Héroes Tecámac. No me quejo, mis patrones son buena gente y además de mi pago me dan despensa; pero ahora con esto de la epidemia me adelantaron un mes de pago. Yo tengo que ver por mis tres chiquillos (nietos), mi hija me los dejó y desde hace año y medio se fue a trabajar p'al norte, sólo llama para saber cómo estamos, pero no me manda dinero, y pues a ver cómo le hago, aunque sea lentejas con retazo de pollo comeremos durante el tiempo que dure esto, ya que no creo que alcance para más". señala doña Estela, quien desde hace cinco años es trabajadora doméstica.

Sobre si recibe algún apoyo extra por parte de las autoridades, doña Estela asegura que no. “Aquí toda la ayuda que te ofrecen es por interés político, aunque las autoridades digan otra cosa. Mira, mis niños están en la primaria, les prometieron becas económicas de las que dice López obrador y nos dieron tres tarjetas. Cuando fui a ver para comprarles sus zapatos y uniformes, me dijeron que estaban inactivas. Y la de mi niña de plano me dijeron que el dinero ya había sido retirado. Fui a reclamar y me dijeron en las oficinas de Morena en Tecámac que no sabían, que lo iban a ver. De plano les dejé sus mugrosas tarjetas. Eso no se hace, de estar jugando con la necesidad de la gente”, sentenció.

LR-IJSM