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“Si mejoran presupuesto en educación nos va a ir diferente”: Alfonso Esparza

Entrevista. Alfonso Esparza Ortíz, rector de la BUAP, señala que “la educación lo es todo, con la parte integral que implica la cultura y las ciencias, es el motor principal del progreso”, luego de recibir el Premio Crónica en Comunicación Pública 2019 a nombre de la institución

Entrevista. Alfonso Esparza Ortíz, rector de la BUAP, señala que “la educación lo es todo, con la parte integral que implica la cultura y las ciencias, es el motor principal del progreso”, luego de recibir el Premio Crónica en Comunicación Pública 2019 a nombre de la institución

“Si mejoran presupuesto en educación nos va a ir diferente”: Alfonso Esparza

“Si mejoran presupuesto en educación nos va a ir diferente”: Alfonso Esparza

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La educación es el principal motor de movilidad social, sinónimo de progreso y conocimiento por lo que se requieren mejores presupuestos para que los alumnos puedan lograr desarrollar todas sus capacidades desde el nivel básico hasta el superior, señala el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Alfonso Esparza Ortiz.

Al recibir el Premio Crónica en Comunicación Pública, en representación de esa institución de educación superior, señala que “es un gran honor con un gran compromiso. Lo recibo como representante de todo lo que es la BUAP: sus investigadores, científicos, académicos, promotores de la cultura y alumnos”.

Una distinción por su gran labor en la difusión de las ciencias y la cultura.

La BUAP se ha esforzado por tener espacios de divulgación científica y cultural en beneficio de la sociedad. La educación lo es todo, pero tiene que llevar la parte integral que implica la cultura y, sobre todo, las ciencias. Porque mientras el país tenga mayor educación, conocimiento de lo que se puede realizar, nos va a ir diferente a como estamos acostumbrados.

En este punto, abunda que debe haber un impulso importante para ciencia y tecnología para generar una economía del conocimiento y aprovechar los talentos de grandes investigadores, promotores de la cultura, científicos y académicos.

—¿Cuáles son las debilidades y fortalezas de nuestro sistema educativo?

—Creo que la principal debilidad es que no hay un marco homogéneo de todo lo que es la educación en México. Deberíamos de ver a países como Finlandia, Singapur que ya hacen un todo de la educación, no hay diferenciación o etapa que vaya transcurriendo con diferencias entre preescolar, primaria, secundaria, sino que es un todo.

En México, por ejemplo, los jóvenes que llegan a preparatoria o licenciatura, traen muchas carencias, porque no hay una educación sólida y los tiempos de aprendizaje no son los adecuados. Tenemos, en comparación con países desarrollados, una gran diferencia con las horas-presencia, las de estudios, de consulta. Por esto, debemos de tener mejores presupuestos, para abatir los índices de deserción y mejorar la enseñanza.

Como fortalezas sabemos que la educación es el principal motor de movilidad social, sinónimo de progreso, conocimiento; pero además debemos de apostar por las políticas que ya se están implementando de no discriminación, de igualdad, que han permitido que los estudiantes se sientan protegidos, con más derechos, mayor confianza en su participación dentro del proceso escolar. Otro punto es la gratuidad de la educación, un tema en México que hay que saber apreciar, pero que también debemos aplicar de la mejor manera posible.

En el caso de la educación superior, el rector Alfonso Esparza señala que un tema importante son los sueldos de los profesores. “En México están muy por debajo de la media internacional y hay que buscar una solución”.

Pero ante todo, añade que en materia educativa a todos los niveles, se requiere un cambio de paradigma. “Necesitamos que los modelos tengan una orientación hacia promover talleres, experimentos y libertad de expresión crítica, para que los estudiantes se sientan con más libertad y puedan desarrollar su inventiva”.

—Los estudiantes de posgrado que salen al extranjero, muchos de ellos ya no regresan, ¿cómo reducir esto?

—Se habla mucho de fuga de cerebros, de los que prefieren quedarse a trabajar en otro país. El Conacyt tiene programas interesantes de retención y repatriación, pero en muchas ocasiones las condiciones laborales son muy diferentes de México con respecto a otros países, en donde detectan a muchos mexicanos que hacen grandes labores y los tientan a quedarse. Ellos comparan qué les representa regresar o quedarse a estudiar en el extranjero. Por eso hay un alto número de académicos e investigadores fuera del país.

—Se han reducido este año los presupuestos a ciencia y tecnología, ¿Cuál será el futuro del país?

—No hay futuro. Es muy triste ver que en vez de apostarle a la ciencia aplicada, al desarrollo de tecnologías propias, al diseño de lo que pueden hacer nuestros investigadores, que tienen un talento enorme, en lugar de motivarlos, estimularlos, y darles herramientas que puedan generarles todo lo que requieren para llevar a cabos sus desarrollos, se les corta la ayuda.

Este último año ha sido de los más duros en la reducción de apoyos a la ciencia aplicada: Se quitaron proyectos y programas que iban encaminados a generar esquemas de participación para los académicos e investigadores. No se ha dado paso a los proyectos que, en alguna medida, hace dos o tres años se apoyaban y que, realmente, eran parte de todo este desarrollo cuyo objetivo es generar un desarrollo o descubrimiento y su aplicación en beneficio para la sociedad.

Por esto, debemos ver que el sistema necesita un replanteamiento. Buscar la mejor forma de que los recursos que se destinan al Conacyt vayan más al desarrollo de la ciencia aplicada, a promover más este tipo de prácticas y que no nos quedemos con base en la puntitis de publicaciones, cosa que ya superaron en otros países. El marco europeo ya es diferente, no es tan importante el hacer una publicación que hacer un desarrollo.