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Sin equipo y protocolo para atender a pacientes con coronavirus en el hospital La Raza

“No hay reactivos, yo no sé por qué dicen que se les mandan hacer pruebas, para Influenza sí los hay, pero el problema no es ese ahorita, aunque sí han llegado algunos pacientes con Influenza estacional”.

“No hay reactivos, yo no sé por qué dicen que se les mandan hacer pruebas, para Influenza sí los hay, pero el problema no es ese ahorita, aunque sí han llegado algunos pacientes con Influenza estacional”.

Sin equipo y protocolo para atender a pacientes con coronavirus en el hospital La Raza

Sin equipo y protocolo para atender a pacientes con coronavirus en el hospital La Raza

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), lamentó “el fallecimiento del enfermero “RGE”, de 53 años de edad, que laboraba en el Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, ocurrido este día (ayer lunes), en el Hospital de Infectología de esa unidad hospitalaria.

A través de un breve comunicado el instituto encabezado por Zoé Robledo Aburto, informó de manera inusual del fallecimiento de uno de sus empleados, en este caso de un enfermero, aunque sólo lo hizo para precisar que si bien era trabajador del Hospital General del Centro Médico Nacional La Raza, dicho nosocomio “no ha atendido hasta esta fecha pacientes por COVID-19”.

En este contexto, una enfermera de dicho hospital, entrevistada por Crónica a las afueras de la institución y quien solicitó el anonimato por temor a represalias, reconoció que es de todos conocidos que no se han determinado de manera muy puntual el protocolo de atención para los pacientes que lleguen enfermos de COVID-19.

“Mira, yo por mi experiencia te puedo decir, que sabemos que hay estándares internacionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que se han implementado en otros países pero que no se está haciendo, por ejemplo, no hay reactivos, yo no sé por qué dicen que se les mandan hacer pruebas y reactivos para COVID-19, para Influenza si los hay, pero el problema no es ese ahorita, aunque sí han llegado algunos pacientes con Influenza estacional”.

Ahorita se necesitan insumos adecuados, porque, te vuelvo a repetir, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), determina que lo mínimo que se requiere para manejar un paciente con coronavirus, son las medidas estándar y no el cubrebocas que nos dan de tres pesos, de esos que te venden en la calle de color azul.

La exigencia, advierte es clara y directa, “que el director general del IMSS, venga al instituto, pero a hablar con las enfermeras, los enfermeros, los doctores, no con los directivos, ni los jefes de departamento, porque esos siempre le endulzan el oído a los meros meros, y nunca les dicen la verdad. Nosotros necesitamos ser escuchados, también somos jefes y jefas de familia, también tenemos a niños y adultos mayores en nuestras casas, también somos trabajadores y queremos cumplir con nuestras funciones, pero en las condiciones de seguridad que necesitamos es muy dificil”.

La gente de la Secretaría de Salud ha dicho que los cubrebocas N95 es el que necesita el personal de los servicios de salud, eso es lo que realmente necesitamos, no los cubrebocas que nos dan, de qué sirve que compren un millar si son de los más baratos y no nos van a proteger. Los azules sólo sirven para procedimiento de revisión y deben desecharse.

El temor, dijo la enfermera del turno matutino, es que ahorita todavía no se ha registrado el contagio comunitario, no se implementen los protocolos a seguir y que todo mundo los conozca, porque una vez que comience el brote de casos, a diestra y siniestra, “una vez que éste ocurra, y que es lo que se espera, muchos vamos a tener jornadas de hasta 12 horas por turno y sin protocolos y sin equipos médicos necesarios, sencillamente será insuficiente el personal de un hospital para atender a todos los pacientes, por mucho que se diga que estamos preparados, la verdad, no es así. No hay información suficiente el trabajador es la fuerza del hospital, eso no deben perderlo de vista las autoridades”.

Mira, añade, es tan desesperante ver cómo hay áreas del hospital en donde los compañeros camilleros, incluso enfermeras que andan de un área a otra, como si se olvidaran de que en la suela de los zapatos podemos transportar miles de bacterias y virus, “yo cuando llego a mi casa, me parte el corazón que mi hijito de cinco años, antes corría a mí, y nos fundíamos en un hermoso abrazo y ahora, mi mamá tiene que detenerlo para que no corra a abrazarme y espere, porque prácticamente me quito la ropa en la entrada de la casa, y me meto a bañar de inmediato para evitar cualquier riesgo, así es como debemos cuidarnos todos”.