Opinión

Sirvió o no sirvió el aumento del Salario Mínimo en México

Sirvió o no sirvió el aumento del Salario Mínimo en México

Sirvió o no sirvió el aumento del Salario Mínimo en México

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Ya pasaron varios meses y de regreso a la realidad del habitante de a pie y con el fin de desindexar el salario mínimo quedó sólo en dejar de ser la referencia de unidad para fines ajenos a su naturaleza, los diversos cobros y cálculos de casi todas las cifras que en la economía corriente se hacen, para dar paso a la Unidad de Medida y Actualización (UMA).

En 2018, el Salario Mínimo Nacional estaba en $88.36, y a partir de enero de 2019 éste llegó a los 02.68

Podría hacer uso del espacio para discutir aquellos pasos legislativos restantes, sobre los más de 90 días que estuvo en la congeladora, sobre las adecuaciones que hizo el Senado al minuto original, etcétera; pero prefiero comenzar con las preguntas básicas a fin de verificar qué mensaje se le está enviando a la gente con estos cambios… ¿es suficiente que el salario mínimo en México deje de ser la unidad de referencia en nuestro país? ¿No debemos estar elevando el debate a otro nivel, es decir, cuáles serían los elementos mínimos que deberíamos estar discutiendo para quitarle tantos estorbos al salario y hacer de éste un verdadero instrumento de la política salarial?

Una de las ventajas de este paso es que se podrán establecer los aumentos del salario sin ataduras legales o administrativas, a sus defensores se les están acabando los argumentos. Sin embargo, la verdadera discusión tendrá que ser sobre cuál es el verdadero salario mínimo que debe tener la economía, si éste debe cubrir la Canasta Básica Mexicana 2019 (960 pesos), que, por citar algunos ejemplos, en tanto, la bolsa con dos kilos de azúcar se mantuvo en 48.13 pesos; mientras que el kilo de aguacate subió cerca de 13 pesos respecto a la semana previa, al ofertarse hasta en 59.64 pesos por kilogramo.

A su vez, en la Central de Abasto de la Ciudad de México (Ceda), el kilogramo de aguacate bajó de 40 a 35 pesos; mientras que el de jitomate se incrementó a 17 pesos, es decir, un peso en relación con la semana anterior.

Ésta, sí podrá ser un vehículo para que los muchos millones de pobres (en cualquier dimensión) abandonen esta situación, si se están cuidando los riesgos inflacionarios (argumento preferido de los ortodoxos de la economía).

México es uno de los países que cuenta con el más bajo salario mínimo en los países miembros de la OCDE. Tan sólo Chile y la República Checa tienen un salario mínimo cinco veces mayor al nuestro, mismo que en términos reales ha perdido alrededor del 70 por ciento de su capacidad de compra, como un botón de muestra, más que uno de los grandes pendientes es la política de distribución del ingreso.

Es un tema que no es menor, que se ha venido posponiendo y que fácilmente se puede convertir en una estrategia demagógica de cara a la próxima jornada electoral para aquellos amantes de las políticas populistas. Por lo que lo mínimo del salario mínimo deberá de ser un cuidadoso equilibrio entre las fuerzas reales de la economía, esto es, la clase trabajadora a la que tanto se le debe y el sector empresarial, quien busca que cada incremento de este factor productivo esté acompañado de mayor competitividad, por ello al incrementarse el salario (real), el Estado estará cumpliendo con una de las tareas que le dan razón de ser, si no estaremos convirtiendo a México, en lo que María Estela Raffino mencionó en su obra, “que el salario mínimo forma parte de los principales logros en la reivindicación y defensa de la clase obrera en el mundo”.

Esperemos que este aumento no haya sido irresponsable y haya sido gradual, lo más importante es llegar a cubrir la línea del bienestar.

Economista@DrLuisDavidFer