Opinión

Sociedad civil, esa entelequia...

Sociedad civil, esa entelequia...

Sociedad civil, esa entelequia...

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
PRESIDENTE LÓPEZ OBRADOR:

+A los puros todas las

cosas les parecen puras

San Pablo

CIUDAD DE MÉXICO.- Dijo usted, Presidente, hace escasos días que:

“… Ahora que queremos nosotros atender este problema gravísimo (de la inseguridad pública), en vez de que ayuden, nos están poniendo trabas… Siempre son los expertos los que deciden,  o los integrantes de la llamada sociedad civil y el pueblo raso no es tomado en cuenta, como si no existiera o como si no supieran… Puro experto, puro diagnóstico, estudios, contratación de asesores, pero no se hace nada por cambiar las cosas…”

Bueno, pues hizo usted una descripción bastante atinada de lo que ha sido el ejercicio de gobierno en este país, porque efectivamente, las dependencias contratan a especialistas para resolver los problemas y éstos responden y entregan sus razonamientos que puede uno encontrar, luego de varios años y hasta de varios lustros, en los archivos de las dependencias, prácticamente inéditos porque nadie los usó para cumplir con aquella promesa de campaña que el jefazo hizo y por la cual fue electo... para luego olvidarse del pueblo raso —diría usted—, el que no es tomado en cuenta, como si no existiera… —usted agregaría.

Encontré un texto, pero no encontré el nombre de su autor y me excuso por usarlo, pero es una idea precisa para lo que le quiero decir, Presidente; dice:

“La sociedad civil independiente y organizada en México surge a raíz del terremoto del 19 de septiembre de 1985. Después de 32 años, hemos sido testigos y participantes de acciones solidarias de una magnitud sólo comparable con el tamaño de la tragedia del ‘otro’ 19 de septiembre. Muchos mexicanos, en su mayoría jóvenes, se organizaron de una manera asombrosa, protagonizando esfuerzos de rescate y ayuda que surgieron de forma inmediata, espontánea y orgánica. Esta vez, gracias a la existencia de las redes sociales, se generaron redes de voluntarios y brigadistas, solicitudes de ayuda, un sinnúmero de centros de acopio y plataformas virtuales para conectar esfuerzos ciudadanos como la ya icónica plataforma @Verificado19s…

“La respuesta de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) fue igual de poderosa. Diversas instituciones se activaron de manera inmediata y se adueñaron del reto dentro de sus posibilidades y márgenes de acción institucionales, a pesar de las limitaciones que les impone el entorno para su operación…”

Pero luego, el día… usted dijo en su conferencia mañanera:

“… Yo no conozco.., este, gente en la sociedad civil.., de veras, muy poco.., de izquierda… Con todo respeto, todo lo que es sociedad civil tiene que ver… con… el conservadurismo… Hasta grandes consorcios promueven a la sociedad civil.., es una bandera… la sociedad civil.”

Es, realmente, una lástima que usted no conozca gente en la sociedad civil de izquierda. ¿Pero sabe usted por qué? Porque como en los dramas que la tierra provoca cuando tiembla, la gente de izquierda, como la de derecha, no sale a sacar sus banderas, sino a arriesgar hasta la vida por ayudar a los que el terremoto golpeó, hirió y hasta mató… No todo en esta vida debe tasarse a través de su origen de izquierda o de derecha, Presidente, como usted suele juzgar a sus compatriotas, no. La sociedad civil tiene valores menos importantes pero mucho más humanos que cualquier mote político y que cualquier intento de contraponerlos cuando andan salvando vidas…

Quizás hasta que deje de ser presidente y se vaya a descansar piense en muchas cosas que no le pasaron por la cabeza mientras luchaba por lograr su sueño presidencial. A mí me gustaría, por el contrario, que alguna chispa saltara algún día de su cerebro que le impulsara a juzgar el mundo integrado por una especie del género Homo que también fue dotada de sentimientos de solidaridad y de amor al prójimo, Presidente.

Si a todos nos movieran esos mismos cordones, no seríamos marionetas, sino hombres y mujeres con cuerpo, con alma más que por poder, por dominar y por avallar. Otro mundo sería. Otro México, que es lo que a nosotros debería importar…

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