La Fiscalía sueca cerró ayer la investigación preliminar por violación contra el fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, al considerar que las evidencias se han debilitado y no hay base para elevar una acusación formal.

El caso, iniciado en 2010 y cerrado siete años después, lo habían reabierto hace seis meses después de que Assange fuera arrestado por la fuerza en la embajada de Ecuador en Londres tras retirarle Quito el asilo diplomático concedido en 2012. Assange espera ahora que el Reino Unido decida sobre su extradición a Estados Unidos,

La fiscal superior sueca Eva-Marie Persson, que asumió la dirección del caso en mayo, explicó que la denunciante había aportado un relato “creíble”, “fiable” y “detallado”, pero que las evidencias de apoyo se habían “debilitado” por el paso del tiempo, en alusión a los testigos interrogados en ese período. “Las pruebas no son suficientes para una acusación. En esas circunstancias la investigación debe cerrarse”, sentenció.

En 2017, la investigación se había cerrado porque entonces era imposible para Suecia entrevistar al activista australiano, porque seguía refugiado en la Embajada ecuatoriana en Londres.

Los abogados de la denunciante se mostraron contrariados por la decisión, pero no dijeron si la recurrirán, entre otras cosas, porque el presunto delito prescribe en agosto de 2020.

Assange siempre se ha declarado inocente.