En los primeros ocho meses de la administración lopezobradorista se han presentado alrededor de 500 denuncias en contra de agentes de migración por fechorías y corruptelas, dijo a Crónica Francisco Garduño, titular del Instituto Nacional de Migración (Inami).

En la dependencia trabajan 5 mil 400 empleados, pero sólo mil 500, el 27 por ciento, son agentes operativos, el resto realiza tareas administrativas o de escritorio.

“Se ha tenido que sumar personal de otras áreas para reforzar las tareas de control seguro y ordenado en la frontera sur”, señaló el funcionario.

—¿Cuál es el diagnóstico que tiene de la institución de los agentes que han sido dados de baja y de las denuncias presentadas contra malos elementos? —le preguntó este diario.

—Hay investigaciones que están en secrecía, hay denuncias en las contralorías y finalmente el proceso no ha concluido; respetamos la presunción de inocencia, pero sí hay investigaciones relativas.

—¿Cuántas?

—Menos de 500 y más de 400. En el Instituto existe una carrera profesional, hay que respetar también a los trabajadores que lo están haciendo bien, que se han sumado al proyecto de transformación y a su vez castigar a los malos elementos y a quiénes tendremos que seguir combatiendo, porque es uno de los ejes fundamentales: el combate a la corrupción.

—¿A qué lapso corresponden?

—Son las que se han presentado en este gobierno.

Uno de sus objetivos, señaló, es “estabilizar al Inami, y lo haremos con  transparencia, reconocimiento a la carrera profesional y castigo a los malos”.

—¿Cuántos nuevos elementos se han contratado en la llamada Cuarta Transformación?

—Casi no ha habido. Se abrió una convocatoria y en ésta son 80 los que se han dado de alta, pero sigue abierta la convocatoria a fin de que sea pública, transparente y que vayan incorporándose los aspirantes que así lo deseen.

Para convertirse en agente migratorio, la obligación es pasar diversas pruebas relacionadas con temas operativos y de aptitudes, “así como exámenes de control de confianza”.

Del llamado Fondo Yucatán, se han destinado ya 60 millones de pesos para apoyar las acciones del Instituto, además de mejorar la infraestructura, en especial las estaciones migratorias, “las cuales estaban muy abandonadas”.

En los últimos días, Garduño se ha enfocado en diseñar el nuevo modelo de estaciones, el cual deberá funcionar en el actual gobierno. Ayer informó al presidente Andrés Manuel López Obrador de la conclusión de las instalaciones migratorias en Acayucan, Veracruz, como parte del programa de mejoramiento federal.

En la estrategia para ordenar el flujo migratorio en la frontera sur, los agentes son los responsables de detectar a los migrantes, abordarlos y solicitarles su documentación. Su trabajo es complementado por los elementos de la Guardia Nacional, quienes sólo pueden intervenir cuando se cometa “un delito flagrante” o se registre un conflicto grave.

“En la tarea que está encabezando Garduño, no podemos decir que ya terminamos, pero se está haciendo un esfuerzo muy grande y hay avances significativos”, opinó el canciller Marcelo Ebrard.