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Tecnología es usada para rechazar injustamente candidatos en solicitudes de empleo: Harvard

La Escuela de Negocios de Harvard hizo una serie de recomendaciones a las empresas que deseen terminar con esta práctica excluyente.

Tecnología es usada para rechazar injustamente candidatos en solicitudes de empleo: Harvard

Tecnología es usada para rechazar injustamente candidatos en solicitudes de empleo: Harvard

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Adultos mayores, inmigrantes, Personas con Discapacidades (PcD), expresidiarios y personas con un cónyuge reubicado en otra entidad, son rechazadas por la Inteligencia Artificial que emplean hoy las empresas para contratar aspirantes.

De acuerdo a un estudio de la Escuela de Negocios de Harvard sobre Manejo del Futuro del Trabajo presentado en el Foro Económico Mundial, 7 de cada 10 empleadores confían y usan esta tecnología para encontrar perfiles en futuros empleados.

Las empresas dependientes de la tecnología automática, impulsada por la inteligencia artificial, rechazan candidatos viables, denominadas “trabajadores ocultos" a los reclutadores, según la institución educativa.

Estos "trabajadores ocultos" se definen como candidatos que buscan empleo activamente, pero a quienes se les niega y desalienta regularmente con procesos de contratación que se centran en lo que no tienen, en lugar del valor que pueden aportar desde sus capacidades, señala la Escuela de Negocios de Harvard.

Los académicos del proyecto hallaron que a medida que el número de solicitantes de empleo aumentó en las últimas dos décadas, las empresas recurrieron cada vez más a la tecnología.

Estos sistemas utilizan algoritmos que revisa los currículums de los aspirantes en busca de palabras clave y experiencia, para filtrar así a los candidatos y desechar a los “trabajadores ocultos”.

El sistema revisa los perfiles de los aspirantes según criterios específicos definidos por el empleador, pero esto a menudo significa que clasifica a los trabajadores según lo que falta en su Currículum, en lugar de lo que pueden aportar a un puesto.

Esto supone una merma y una conducta antiética pues cancela de maneta disfrazada la pretendida inclusión y equidad en las empresas generadoras de empleo.

El informe clasificó a los "trabajadores ocultos" en tres categorías: el 63 por ciento tiene uno o varios trabajos de medio tiempo, pero le gustaría un puesto de tiempo completo, y el 33 por ciento busca empleo pero ha estado desempleado durante mucho tiempo.

El 4 por ciento restante se clasifica como "desaparecido de la fuerza laboral" en el sentido de que no está buscando empleo, pero puede y desea trabajar en las circunstancias adecuadas, como tener responsabilidades de cuidado y supervisión específicas.

La Escuela de Negocios de Harvard hizo una serie de recomendaciones a las empresas que deseen terminar con esta práctica excluyente.

Estos incluyen cambiar de filtros "negativos" a "afirmativos" al combinar los currículums, que enfatizan las habilidades que una persona puede aportar a un rol, en lugar de perder experiencia por no ir a la universidad; y alguien debería supervisar esta programación.