La peor pesadilla para los estrategas del Pentágono en Oriente Medio —como declaró ayer el exsecretario de Defensa, James Mattis— se está cumpliendo, al quinto día de la ofensiva turca en el norte de Siria. Y todo por culpa de la decisión del presidente Donald Trump de retirar las tropas de Estados Unidos de ese país árabe, dejando a su suerte a sus aliados, las milicias kurdas que ayudaron a la derrota del Estado Islámico, y permitiendo que el vacío que deja EU sea ocupado por el régimen de Bachar al Asad y su aliado Vladimir Putin.

“El Estado Islámico va a resurgir, es absolutamente un hecho que volverán”, vaticinó el general en un entrevista.

Dicho y hecho. Casi a la misma hora, las autoridades kurdosirias informaron que 785 extranjeros vinculados al EI se habían escapado del campo de detención de Ain Issa.

Asimismo, las milicias kurdas abandonadas a su suerte por Trump, pese a que fueron decisivas en la derrota de los yihadistas, advirtieron que se han visto obligados a reducir los efectivos de los que disponen para vigilar a los 12 mil terroristas y alrededor de 70 mil familiares de miembros del EI en centros de detención, para poder defenderse de los turcos.

Camino libre a los turcos. La alerta de los kurdos por la huida de los terroristas del EI coincidió con el anuncio de Trump de que ha ordenado la retirada del millar de soldados estadunidenses acantonados en el norte de Siria. La decisión del mandatario republicano desmiente el anuncio hecho un día antes por el actual jefe del Pentágono, Mark Esper, quien prometió en rueda de prensa que Estados Unidos no “abandonaría” a sus socios en la campaña contra el EI.

En un nuevo intento de apaciguar las crecientes críticas en EU contra el aislacionismo de Trump, el mandatario anunció que está negociando con republicanos y demócratas en el Congreso “poderosas sanciones” contra Turquía, tras informarle Esper que algunas de las operaciones turcas en Siria “parecen crímenes de guerra”.

Ofensiva siria. Mientras tanto, el presidente sirio Bachar al Asad ordenó el envío del Ejército sirio al territorio abandonado por las tropas estadunidenses, tras solicitarlo sus “enemigos” de las Fuerzas de Siria Democrática (FDS), controladas por los kurdosirios.

De lograr la expulsión de los turcos, Bachar al Asad y su aliado Putin podrán cantar victoria en la sangrienta guerra civil siria.