La primera ministra británica, Theresa May, acorralada por el ala dura del Partido Conservador, anunciará hoy la fecha de su dimisión, informó ayer el diario The Guardian, según una fuente del número 10 de Downing Street.

Siempre según esta fuente, May aguantará en el cargo hasta el 10 de junio, pasada la visita de Estado del presidente de EU, Donald Trump, y para dar tiempo a que sus compañeros hayan elegido quién se hará cargo del país y quién se encargará de la caótica salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. En este sentido, se espera que Boris Johnson, partidario de una salida brusca de la UE (brexit duro), presente su candidatura.

En la cuerda floja. La fragilidad de May quedó ayer de nuevo en entredicho el miércoles, luego de no lograr apoyo entre sus ministros para presentar hoy ante el Parlamento británico su cuestionado plan de salida de la UE (brexit suave), rechazado ya dos veces por la Cámara de los Comunes.

La noche del miércoles, Andrea Leadsom, hasta ahora líder conservadora en los Comunes, dimitió tras el intento desesperado de May de sacar adelante su proyecto, con la promesa a los laboristas y liberales de un segundo referéndum del brexit.

La dimisión de Leadsom fue la causante de las lágrimas de May, imagen que ayer recogió toda la prensa británica y que se entiende como la señal de que había, por fin, tirado la toalla.