Tiger Woods inaugurará su última creación el Payne's Valley Golf Course, un recorrido público (el primero con esta condición que lleva su firma) cerca de Springfield, Missouri que pretender homenajear la figura de Payne Stewart, un gran jugador de las décadas de los 80 y 90 que nació allí, en las estribaciones de los místicos Ozarks, y murió trágicamente en accidente de aviación en 1999, con 42 años, tras ganar tres Majors.

Para estrenarlo se ha programado la Payne's Valley Cup, un torneo de exhibición este jueves que medirá a Tiger y Justin Thomas, por la parte estadunidense, con Rory McIlroy y Justin Rose en el bando europeo.

Como en la Ryder Cup entre Estados Unidos y Europa, el torneo de exhibición se jugará en el formato a fourballs (una bola por jugador, cuenta el mejor resultado de cada pareja en cada hoyo), foursomes (una bola por pareja, con golpes alternos) y partidos individuales.

"No puedo estar más orgulloso de cómo ha salido todo. Es un campo espectacular", asegura el Tigre, que últimamente no tiene muchos motivos para sonreír cuando el protagonista es su juego: la semana pasada falló el corte en el US Open y no se clasificó para la final del PGA de la temporada anterior, disputada hace tres semanas.