Tiger Woods de 45 años de edad tuvo la fortuna de salvar su vida tras el accidente automovilístico que tuvo el pasado martes en California, pero el ex número uno del golf mundial enfrenta un futuro incierto. Aún no se sabe si podrá tener más cirugías o no, y desde luego si podría volver a jugar.

El médico Jeremy Faust del Brigham and Women’s Hospital en Boston, ha asegurado que la leyenda del golf aún se encuentra en estado de fase grave y que enfrenta un camino largo e incierto en lo que será su proceso de recuperación después de la cirugía a la que fue sometido el mismo día del accidente.

“Él aún se encuentra en esa fase grave en la que es posible que todavía tengan mucho trabajo por hacer en el presente, en los momentos, en los días venideros”, dijo a CNN el Dr. Jeremy Faust, “No me queda claro si volverá al quirófano o no”.

Woods, ganador de 15 Majors, el segundo más ganador de torneos grandes en la historia del PGA Tour, sufrió tras el accidente del martes, lesiones en la pierna que requirieron una varilla, tornillos, alfileres y una liberación quirúrgica de la cubierta muscular, una que los cirujanos probablemente creyeron que salvaría su pierna de la amputación, dijo Faust.

Tiger se accidentó cuando conducía por Rancho Palos Verdes, cerca de Los Ángeles y su auto SUV se desvió a través de dos carriles de la carretera antes de chocar contra una acera, un árbol y volcar de lado en la maleza, dijo el sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, quien encontró a Woods lúcido todavía sujeto a su cinturón de seguridad, pero atrapado con la camioneta volcada sobre la puerta del lado del conductor.

“Creo que el hecho de llevar puesto el cinturón de seguridad y que las características de seguridad del vehículo funcionaran, probablemente resultó redujo su lesión o salvarle la vida”, dijo González a Chris Cuomo, de CNN. El vehículo estaba equipado con 10 airbags estándar, incluía una bolsa de aire central exclusiva de Genesis que se despliega entre los asientos delanteros.

Cuando Woods despertó en el Hospital dijo a los investigadores que no recordaba nada del accidente.

Tiger se había sometido un mes atrás a una quinta cirugía de espalda de su carrera y tenía la firme intención de recuperarse a tiempo para jugar el Masters de Augusta, donde en 2019 alcanzó su décimo quinto torneo grande, pero esta vez la adversidad se le adelantó.

SU GRAN PALMARÉS. Desde los 21 años de edad, Woods se convirtió en profesional en 1996. Su talento y carisma lo transformaron en un ícono mundial. Ganó 14 Majors entre 1997 y 2008 y parecía dispuesto a superar el récord histórico de 18, establecido por Jack Nicklaus, cuando en 2019 sumó su 15 grande.

Mas una serie de lesiones y problemas personales desviaron su brillante trayectoria profesional. En 2009, un accidente automovilístico frente a su casa en Florida provocó revelaciones de mal gusto sobre su infidelidad desenfrenada y el colapso de su matrimonio.

Después regresó al golf, pero sin el dominio de años anteriores. Aumentaron sus lesiones: Cuatro operaciones de espalda, incluida la cirugía de fusión espinal, así como a los “tiempos oscuros” en los que el dolor intenso no le permitía poder levantarse de la cama o jugar con sus hijos.

Operaciones y dolor lo llevaron a una adicción a los analgésicos opioides, y fue arrestado por conducir bajo los efectos de las drogas, en 2017, en Florida. Se declaró culpable de conducir imprudentemente y evitó ir a prisión.

Su regreso a la cima del deporte, en 2019, más impresionante. En el Masters, saltó a la cabeza y, seguido por una multitud rugiente, logró su primera victoria importante desde el US Open, en 2008, en una de las grandes remontadas en la historia del deporte.

Esta vez Tiger Woods enfrenta primero la lucha de su recuperación, después el tiempo dirá si podrá volver a jugar al golf que lo ha llevado a ser una leyenda (Con información de CNN).