Opinión

TikTok y campañas electorales

TikTok y campañas electorales

TikTok y campañas electorales

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La necesidad de dar a conocer las propuestas electorales se ha topado con la pandemia, como esperábamos. Esto ha provocado que las formas tradicionales de hacer campañas hayan cambiado, algo que vimos con los comicios de Hidalgo y Coahuila el año pasado.

El calorcito electoral se empezaba a sentir con los registros de candidaturas, eventos a los cuales acudían las dirigencias partidarias, los candidatos o candidatas, sus familiares, simpatizantes, entre otros. Era común que llevaran banda (entendida como conjunto musical, pero también como personas que apoyaban) y, entregado el documento formal ante la autoridad, vinieran los discursos.

Esto ahora está casi ausente. Los registros se realizan o por internet, o de forma personal con muy pocos asistentes, frente a un funcionariado cubierto de pies a cabeza por trajes especiales, y con todas las personas portando cubrebocas y caretas. Bastante anticlimático.

Pero es la realidad que nos toca vivir en estas elecciones.

Por lo mismo, poco se verán los equipos de campaña visitando casa por casa para promover su opción política. En el caso que lo hagan, serán grupos pequeños, con medidas de seguridad y equipo protector; sujetos a que la gente decida escucharles o mantenerse sin atender, ya sea por mero desinterés o por miedo al bicho maldito.

Frente a esta realidad, los partidos y candidaturas potenciarán los medios que tienen a su alcance. En primer lugar, los promocionales en radio y televisión, espacios de que gozan por mandato constitucional y que se reparten conforme la fuerza electoral de cada contendiente.

La disparidad entre el número de promocionales, así como la saturación que pueden causar en la audiencia, obligarán a quienes diseñen las campañas publicitarias a un ejercicio máximo de creatividad. Usted, que puede ver ya los comerciales, podrá juzgar su efectividad.

En materia de propaganda político-electoral, esto es, la presentación de las ideas y propuestas para gobernar, así como la crítica a las ofrecidas por los contrincantes, existen reglas que se anclan en la Constitución, y que son producto de las inquietudes que han dejado las elecciones anteriores.

Entre las reglas, conocemos bien que nadie puede comprar o adquirir tiempo en radio y televisión para promocionar o atacar alguna opción política. Pero existen otras como la prohibición de usar estereotipos negativos, o la autorización previa de menores de edad y sus ascendientes, para que aparezcan en los anuncios, promocionales, post de redes sociales y demás.

Justo el tema en que quiero profundizar es el de la propaganda político-electoral en redes sociales. Suele escucharse que “en Internet todo se vale”, “sólo está regulado radio, televisión, y lo que coloques en calles, pero no en redes”, y estas afirmaciones no solo son falsas, sino peligrosas.

Las redes sociales son espacios de interacción con un público de alcance indeterminado. Cada una de ellas tiene sus propias reglas y formas de operar, así como modalidades para realizar publicaciones; por ejemplo, Twitter no admite publicidad partidaria, Facebook la permite pero ha firmado un acuerdo con el INE a fin de garantizar que se pueda conocer el origen de la misma, el monto que se cobra y quién lo paga.

De igual forma, cada red permite controlar de diversas maneras quienes reciben los mensajes que se presentan. Ya sea segmentando por edad, ubicación geográfica, o haciendo uso de la inmensa cantidad de datos personales que se contienen en el Big Data, y que permiten auténticos tiros de precisión en materia publicitaria.

Según el “Estudio de los hábitos de los usuarios de Internet en México 2020”, realizado por la Asociación de Internet MX, y levantado ya en la pandemia, el 74% de la población está conectada, y el 59% del tiempo de conexión se realiza desde un teléfono inteligente. El tiempo de conexión, en promedio, es de 8 horas con 57 minutos.

El 89% de las personas usuarias de la Web lo hacen para consultar redes sociales; siendo Facebook, con el 97%, y WhatsApp, con el 95%, las más usadas. Twitter llega al 57%

Pero destaca el caso de TikTok, que en solo un año, tiene ya una penetración del 22%. Esta red social permite compartir videos cortos, y conforme un estudio de Coktail Marketing, el 55% de las personas que la usan son mujeres, el 20% del total de usuarias y usuarios tienen menos de 19 años; el 32% entre 20 y 24; mientras que el 27% tienen edades que oscilan entre los 30 y los 40. La mayor actividad se registra en personas entre 13 y 18 años, aunque parece aumentar en personas mayores.

Esta red social desde luego ha sido ocupada por los partidos y candidaturas, ya se pueden observar videos promocionales en la misma por parte de diversos partidos. Incluso un video de TikTok ya formó parte de un litigio electoral, resuelto por la Sala Toluca del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en la sentencia ST-JRC-43/2020. Estoy seguro que no será el último caso.

Es de esperarse que las cifras que aquí he presentado, que si bien nos hablan de la relevancia de las redes sociales y en particular de TikToK, sean solo una parte de aquellas, más completas, que tienen los equipos de campaña; supongo que incluso han segmentado las redes atendiendo tanto a la edad como al origen geográfico del publico que las acostumbra, y en tal sentido, buscarán potenciar el uso de ellas diseñando materiales específicos.

Esto es, no necesariamente lo que funciona para mandarse en una cadena de WhatsApp también servirá para postearse en Facebook o para presentarse en Twitter o TikTok.

En todo caso, vale la pena recordar que no todo se vale en la propaganda electoral en redes sociales. Se deben proteger los derechos de las niñas y los niños, evitar los estereotipos y no caer en la calumnia (imputación de hechos o delitos falsos). La creatividad tiene como límite el derecho.