En Ensenada la Marina y también el Ejército Mexicano están cazando a cuanto trabajador del área de salud se encuentre disponible para el trabajo y la contingencia que se avecinan en el municipio. Hasta aquí llega continuamente el flujo transfronterizo que hasta hace poco fue frenado por la contingencia en California, además de que hay una cantidad notable de hipertensos y diabéticos en el área. Resultado: el golpe del coronavirus puede exigir muchas manos para su atención.

Fuentes extraoficiales del sector salud expusieron a La Crónica de Hoy que los trabajos en algunos centros se realiza a marchas forzadas. Cuando se hizo la inspección de dos aparatos de apoyo respiratorio a pacientes resultó que uno estaba descompuesto y otro estaba contaminado.

Por ahora, se resuelven con dificultad los problemas de abasto de insumos como batas y cubrebocas a quienes se van sumando a la “tropa médica” que participará en la atención a pacientes. De donde hay existencias se llevan a donde no las hay para atender algunos casos sospechosos, pero se trata de una etapa que aún no refleja la emergencia a la que podemos arribar.

Los cálculos por ahora son meras especulaciones. Esa etapa crítica podría vivirse en dos semanas, como parece estimarse al interior del Gobierno federal de México. Lo que es cierto es que quienes van a recibir a los pacientes sospechosos de estar contagiados muestran ánimo, mucho, incluso entre los muy jóvenes, pero es evidente que el nerviosismo también está presente.