Por la crisis política y social que ocasionó Evo Morales tras intentar hacer fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre para reelegirse como presidente de Bolivia y luego asilarse en México, la Liga de futbol en aquel país se encuentre parada desde hace un mes.

La convulsionada situación que vive Bolivia con carreteras bloqueadas y violentos enfrentamientos que han cobrado 30 vidas, no han permitido que se juegue la liga boliviana, cuando restan 10 jornadas para que concluya el torneo.

Los directivos de la Federación Boliviana de Futbol (FBF) sostuvieron una reunión con Milton Navarro, nuevo ministro de Deportes por la autoproclamada presidenta interina del país, Jeanine Áñez para solicitar seguridad y poder reanudar el certamen el próximo fin de semana.

Entre los 14 clubes que participan en la liga, Sport Boys es un caso especial, ya que su presidente, el ex ministro de Gobierno, Carlos Romero, tuvo que salir del país por la crisis y no les pagó desde entonces a sus empleados y jugadores.