Medios estadunidenses revelaron este miércoles en la noche que el presidente de EU, Donald Trump, afirmó el martes en la noche, durante la cena anual de primavera del Comité Legislativo Nacional Republicano, que el ruido de los molinos de viento causa cáncer.

“Si usted tiene un molino de viento cerca de su casa, felicitaciones, su casa acaba de bajar un 75 por ciento en valor”, aseguró y luego agregó: “Y dicen que el ruido causa cáncer”.

No hay ningún tipo de evidencia científica que respalde las afirmaciones del presidente estadunidense, y de hecho, la Sociedad Estadunidense contra el Cáncer desmintió inmediatamente a Trump.

El gobernante republicano es un gran defensor del empleo del carbón en la industria energética, cuando estudios científicos sí lo vinculan con una mayor incidencia del cáncer.

Trump también insistió, en su ataque a la energía eólica, que las turbinas matan aves, pero según la revista Newsweek, aunque esto es cierto, otras fuentes de energía causan muchas más muertes de aves que los molinos de viento. A preguntas de periodistas, la Casa Blanca rechazó ayer comentar las declaraciones del presidente.

“ESTÚPIDO". Quien sí opinó al respecto fue el senador republicano por Iowa Chuck Grassley, impulsor de la energía eólica en el estado desde hace casi tres décadas. Grassley afirmó este jueves que los comentarios de Trump son “estúpidos" y lamentó que el mandatario “no mostró mucho respeto por Chuck Grassley como padre de la energía eólica" en Iowa, donde ésta genera el 40 por ciento del total de energía.