El chantaje finalmente se consumó. Luego de meses de amenazas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó suspender todo tipo de asistencia a los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras), en castigo por lo que consideró la falta de colaboración de esos tres países, por no frenar las caravanas de inmigrantes.

La decisión se tomó después de que Trump criticara a los tres países por “no hacer nada” por los estadunidenses y tras salir a la luz el mensaje que su yerno, Jared Kushner, dio en persona al presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado 19 de marzo. El contenido del mensaje secreto lo desveló el propio mandatario republicano hace dos días en un tuit. Era un ultimátum: Si el gobierno mexicano no frenaba “de inmediato” el flujo de migrantes por su territorio, causante, en su opinión, de la “crisis desbordada de ilegales” que están llegando a Estados Unidos, ordenaría el cierre de la frontera e incluso se plantearía cancelar el nuevo Tratado de Libre Comercio.

“Por instrucciones del secretario de Estado (Mike Pompeo), estamos cumpliendo con las órdenes del presidente y acabando los programas de asistencia exterior para los países del Triángulo Norte del año fiscal 2017 y 2018. Entablaremos conversaciones con el Congreso como parte de este proceso”, informó un vocero del Departamento de Estado.

El portavoz no precisó qué cantidad de fondos se verán recortados, pero afectarán desde proyectos tales como la cooperación policial en la lucha contra las pandillas hasta proyectos para mejorar la atención sanitaria e iniciativas para fortalecer la democracia.

Sin embargo, el presidente hizo un cálculo de lo que podrían dejar de percibir esos tres países.

“La caravana se ha formado. He acabado con los pagos a Guatemala, Honduras y El Salvador. Ya no hay dinero. Les estábamos dando 500 millones de dólares, les estábamos dando una ayuda tremenda. Hemos detenido los pagos a Honduras, Guatemala y El Salvador. Ya no les estamos pagando porque no han hecho nada por nosotros”, dijo.

“Viajarán más niños y familias”. La decisión de Trump recibió duras críticas de congresistas demócratas, que durante años han defendido la necesidad de destinar ayudar a esos países centroamericanos, precisamente para evitar que sigan huyendo centroamericanos de la violencia y la pobreza.

Un grupo de legisladores de visita en El Salvador, aseveró en un comunicado que “el enfoque del presidente es totalmente contraproducente” y “solo hará que más niños y familias se vean obligados a emprender el peligroso viaje al norte hasta la frontera entre EU y México”.

De hecho, poco después de conocerse la orden de Trump un grupo de al menos 70 salvadoreños, entre ellos seis menores de edad, partió de San Salvador y poco después ya había cruzado la frontera en dirección a México.

Precisamente, uno de los aspectos que ahora quedan en el aire es el acuerdo alcanzado en diciembre entre representantes del gobierno de EU y del recién investido presidente López Obrador, en el que anunciaron un plan de cooperación para el desarrollo de Centroamérica que incluía 2 mil millones de dólares de nuevos fondos por parte de EU.