La fuerte presión de los empresarios estadunidenses al presidente Donald Trump, que consideraban una locura el cierre total de la frontera sur, por donde se mueven cada día mercancías por un valor de 1.7 mil millones de dólares, finalmente surtió efecto y el mandatario republicano no ordenará el cierre de las 55 garitas a lo largo de la frontera, como amenazó que haría esta misma semana, si el gobierno mexicano no arreglaba la crisis de las caravanas de migrantes centroamericanos.

En vez de un ultimátum que habría acabado este domingo, decidió ampliar el plazo de su chantaje a un año. “Vamos a darles un plazo de un año, y si las drogas no paran, o no paran en su mayoría, vamos a imponer aranceles a México y sus productos, en particular los automóviles”, dijo.

Más importante que el T-MEC. Trump dijo que no cree que tenga que llegar al punto de “cerrar la frontera”, porque “la penalización de los aranceles a los automóviles que vienen a Estados Unidos desde México será masiva, del 25 por ciento”, y llevará al país vecino a ceder.

También aseguró que no le preocupa que su amenaza de imponer aranceles interfiera en la ratificación del renovado acuerdo comercial entre EU, México y Canadá, conocido como T-MEC. “Esto es más importante para mí que el T-MEC”, recalcó.

“México puede, si quiere”. En una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca, Trump sugirió que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene la llave para arreglar el problema de la droga que llega a Estados Unidos desde México.

“Si las drogas no paran, porque México puede pararlas si quiere, vamos a imponer aranceles a los automóviles. Los automóviles son muy importantes. Y si eso no funciona, vamos a cerrar la frontera. Pero creo que eso funcionará”, declaró.

En cuanto a las caravanas de migrantes, el tema que le obsesiona en las últimas semanas y por el que amenazó con cerrar la frontera esta semana, Trump ni siquiera hizo mención explícita. Por el contrario, alabó al gobierno mexicano y se alabó a sí mismo por cómo están abordando esta crisis.

“México ha hecho un muy buen trabajo en los últimos tres o cuatro días, desde que hablé de cerrar la frontera”, destacó.

DE TRES MIL CAMIONES AL DÍA A LA MITAD EN OTAY. El cierre de 10 a ocho carriles en la garita de Otay está retrasando la exportación de mercancía de México a ese país desde de Tijuana. El presidente de la Asociación de Industriales de Otay, Salvador Díaz, señaló que por la garita cruzan al día hasta 3 mil camiones de carga pesada, y debido a los retrasos en las líneas de espera –de tres a ocho horas— la cantidad de unidades se ha reducido a la mitad.

Díaz resaltó que EU sería el más afectado, pues pese a que la mercancía se elabora en México, es en aquel lado de la frontera donde ya la esperan para venderla y generar ganancias.

Situaciones similares se viven en otras urbes fronterizas mexicanas, como Ciudad Juárez, donde hay 1,500 tráileres varados a la espera de poder cruzar al país vecino a través de la ciudad de El Paso.