El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se burló este sábado de la investigación de la llamada trama rusa y de su exfiscal general, Jeff Sessions, en uno de los discursos más largos de su Presidencia, de unas dos horas de duración, en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).

Nada más aparecer en el escenario de la CPAC, que se celebra en National Harbor, estado de Maryland, en las afueras de Washington, Trump dio un abrazo a la bandera de EU, lo que sirvió de preludio a una alocución que, como viene siendo habitual en sus discursos, fue casi un mitin de campaña.

“No hay ninguna conspiración, así que ahora ellos van y cambian a ‘vamos a inspeccionar todo trato que ha hecho’. Vamos a ver sus finanzas, vamos a comprobar sus tratos’, esta gente está enferma “, apuntó el mandatario, en referencia a las pesquisas del fiscal especial Robert Mueller, entre ovaciones constantes.

Y continuó: “Desafortunadamente, pones a la gente equivocada en algunos puestos y estas personas dejan a gente durante largo tiempo que no deberían estar allí. Y de repente tratan de sacarte con sandeces (en realidad Trump usó una palabra soez)”.

“Ahora estamos esperando un informe, y descubriremos con qué clase de gente nos enfrentamos. Esperamos un informe elaborado por gente que no fue elegida en las urnas”, dijo en referencia al trabajo de Mueller. Además, se quejó veladamente de que el fiscal especial “nunca recibió un voto”.

Sobre Sessions, a quien despidió el día después de las elecciones legislativas de noviembre de 2018, dijo, imitando el acento sureño de Sessions: “El fiscal general me dice: ‘Me voy a recusar’. ¿Cómo tomas un trabajo y luego te recusas? Si me hubiera avisado antes, yo le hubiera dicho ‘gracias, Jeff, pero no te voy a nombrar”, lamentó. Trump se refería a la decisión de Sessions de inhibirse de la investigación de la trama rusa, lo que en su día llevó a que el número dos del Departamento de Justicia, Rod Rosenstein, nombrara a Mueller como fiscal especial.

El discurso de Trump llegó en una semana en la que su exabogado personal, Michael Cohen, compareció en tres ocasiones ante el Congreso, dos de ellas a puerta cerrada y una pública. En la pública, Cohen acusó a Trump de, potencialmente, violar las leyes de financiamiento de campaña, y afirmó que el republicano sabía que WikiLeaks planeaba, en el verano de 2016, publicar información que dañaría a su rival demócrata, Hillary Clinton.